Los ciudadanos de Ecuador iniciaron el domingo (16.11.2025) la votación de un referendo para decidir sobre el regreso de las bases militares extranjeras y la redacción de una nueva Constitución, medidas con las que el presidente, Daniel Noboa, pretende endurecer su lucha contra el crimen. Además, Ecuador decidirá sobre la eliminación del presupuesto asignado a partidos políticos y la reducción del número de congresistas.
Para responder 'Sí' o 'No' a estas preguntas se habilitaron un total de 4.463 centros de votación, que en territorio ecuatoriano (aunque en el exterior se abrieron antes) comenzaron a abrir sus puertas desde las 7:00 hora local (13:00 CET) y permanecerán abiertos durante diez horas hasta las 17:00 (23:00 CET), momento en el que cerrarán y comenzará el escrutinio.
"Que esta jornada nos ratifique que la democracia se ejerce, se honra y se defiende votando", dijo la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Diana Atamaint, al declarar inaugurada la votación.
"No existen tintas mágias"
Atamaint aseguró que en el material electoral del referéndum "no existen tintas mágicas ni tintas que caminan", un mensaje dirigido al expresidente Rafael Correa (2007-2017), que sigue manteniendo sin pruebas fehacientes que hubo "fraude" en las elecciones presidenciales de abril. Durante el acto inaugural de la jornada, Atamaint recordó que "las papeletas y documentos electorales se elaboraron bajo protocolos estrictos de seguridad y control" supervisados por distintas organizaciones políticas, incluida la Revolución Ciudadana, el partido que lidera Correa.
Noboa, que en abril de este año fue reelegido presidente hasta 2029, ha planteado el proceso para una nueva constitución al considerar que la actual carta magna, promovida por el expresidente Rafael Correa (2007-2017) a su llegada al poder, y vigente desde 2008, dificulta enfrentar al narcotráfico y al crimen organizado con mayor "mano dura" así como atraer inversiones y crear empleo, una de las grandes preocupaciones de los ecuatorianos.
"El narcotráfico está tan enquistado en el Estado ecuatoriano que sí necesitaríamos militares de afuera que nos puedan ayudar", dijo a la AFP Andrés, de 43 años y vendedor en una compañía que prefirió reservarse su apellido por temor. "Iré a votar por el No en señal de rechazo al gobierno", dijo una empleada doméstica bajo reserva que admitió desconocer los temas del referendo. "No hay empleo; tres de mis hijos están sin trabajo y se la pasan en la casa porque no se puede salir a calle", agregó la mujer de 58 años mientras caminaba por el centro financiero de Quito.