En una pedregosa formación de Canadá, un grupo de científicos ha encontrado unas rocas que podrían ser las más antiguas alguna vez halladas en la Tierra, según se revela en un estudio publicado recientemente por la revista Science.
El Cinturón de rocas verdes de Nuvvuagittuq es conocido desde hace tiempo por sus antiguas peñas: llanuras de piedra gris veteada en la orilla oriental de la bahía de Hudson, en la provincia de Quebec.
No hay consenso sobre su edad
Pero los investigadores no se han puesto de acuerdo sobre su antigüedad exacta. Los trabajos de hace dos décadas sugerían que las rocas podrían tener 4.300 millones de años, lo que las situaba en el periodo más antiguo de la historia de la Tierra.
Sin embargo, otros científicos que utilizaron un método de datación diferente rebatieron el hallazgo, argumentando que antiguos contaminantes estaban sesgando la edad de las rocas y que en realidad eran ligeramente más jóvenes, con 3.800 millones de años.

Métodos distintos, mismo resultado
En el nuevo estudio, los investigadores tomaron muestras de una sección diferente de roca del cinturón y calcularon su edad utilizando dos técnicas de datación. El resultado: 4.160 millones de años de antigüedad.
Los distintos métodos "dieron exactamente la misma edad", afirma el autor del estudio, Jonathan O'Neil, de la Universidad de Ottawa.
Datos sobre la formación de la Tierra y la vida
La Tierra se formó hace unos 4.500 millones de años a partir del colapso de una nube de polvo y gas, poco después de que existiera el sistema solar. Las placas tectónicas en movimiento suelen fundir y renovar las rocas primigenias, por lo que hoy son muy escasas en la superficie.
Los científicos han descubierto rocas de 4.000 millones de años en otra formación de Canadá llamada Complejo de Gneis de Acasta, pero las de Nuvvuagittuq serían más antiguas.
El estudio de las rocas de la historia más antigua de la Tierra podría dar una idea del aspecto que pudo tener el planeta, de cómo sus océanos de magma dieron paso a las placas tectónicas, e incluso de cómo se originó la vida.
"Tener una muestra de lo que ocurría en la Tierra en aquella época es realmente valioso", dice Mark Reagan, de la Universidad de Iowa, que estudia las rocas volcánicas y que no participó en el nuevo estudio.

Problemas sobre destrucción de sitios sagrados
La formación rocosa se encuentra en tierras tribales inukjuak. La comunidad inuit local ha restringido temporalmente a los científicos la toma de muestras del lugar debido a los daños sufridos en visitas anteriores.
Después de que unos geólogos visitaran el yacimiento, se dieron cuenta de que faltaban grandes trozos de roca y la comunidad se percató de que había piezas a la venta en internet, explicó Tommy Palliser, que gestiona los terrenos y es miembro de la comunidad.
La comunidad inuit quiere colaborar con los científicos para crear un parque provincial que proteja el terreno y permita a los investigadores estudiarlo: "Hay mucho interés por estas rocas, lo cual entendemos. Simplemente, no queremos más daños", concluye Palliser.