El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, convocó el sábado a seis regiones del este del país a "una vigilia y una marcha permanente en las calles" en respuesta a la anunciada reanudación de ejercicios militares de Estados Unidos en Trinidad y Tobago, en medio de las crecientes tensiones entre Caracas y Washington.
En un acto en la capital venezolana, el mandatario llamó a "todas las fuerzas populares, sociales, políticas militares y policiales" a "no caer en provocaciones en ningún momento, pero a movilizarse con fervor patriótico" en rechazo a "los barcos imperialistas" y a las "amenazas militares", así como a los que calificó de "ejercicios irresponsables" en aguas trinitenses.
Concretamente, Maduro convocó a los estados Bolívar (fronterizo con Brasil), Delta Amacuro, Monagas, Anzoátegui, el insular Nueva Esparta y Sucre, cercano a la isla de Trinidad, a movilizarse "en perfecta fusión popular-militar-policial" y "con la bandera de Venezuela en alto".
"Ejercicios militares amenazan la paz"
"El Gobierno de Trinidad y Tobago ha anunciado nuevamente unos ejercicios irresponsables, prestando sus aguas frente a la costa del estado Sucre para ejercicios militares que pretenden que sean amenazantes para una república como Venezuela que no se deja amenazar por nadie. (...) El pueblo de Trinidad y Tobago verá si sigue soportando que utilicen sus aguas y sus tierras para amenazar gravemente la paz del Caribe", expresó.
Según confirmó el viernes el ministro de Asuntos Exteriores de Trinidad y Tobago, Sean Sobers, la Marina de Guerra de EE.UU. regresará al territorio caribeño, que está a unos 11 kilómetros de la costa venezolana, para seguir sus ejercicios militares con la Fuerza de Defensa Trinitense (TTDF).
El anuncio de Sobers se produce después de que el fiscal general trinitense, John Jeremie, anunciara este jueves que los militares de la Unidad 22 de la Expedición Marina intensificarán sus prácticas en ese país desde este domingo hasta el próximo viernes, 21 de noviembre.
Venezuela lleva ya tres meses en permanente movilización militar en todo su territorio en respuesta a lo que denuncia como una "amenaza" de EE.UU., en referencia al despliegue naval y aéreo que, desde agosto, mantiene Washington en el Caribe cerca de la nación suramericana.