"Hoy el Senado Federal tomó una decisión que trata de la historia de las grandes injusticias (...) los Senadores que votaron por el juicio político eligieron desgarrar la Constitución Federal".
Con estas palabras se refirió la recién destituida Dilma Roussef a la situación que hoy la deja fuera de la presidencia de Brasil con 61 votos a favor y 20 en contra.
La ex mandataria brasileña inició sus palabras calificando a los senadores como golpistas, debido a que "condenaron a una inocente y consumaron un golpe parlamentario (...) no ascendieron por el voto directo como yo y Lula Da Silva, apropiándose del poder mediante un golpe. Es el segundo golpe de Estado que enfrento en la vida".
Rouseff aclaró que el primer golpe de Estado que vivió fue apoyado por "la truculencia de las armas de la represión y la tortura, cuando aún era una joven militante".
El segundo que relata es el "golpe parlamentario generado hoy a través de una falsa legal que me derrumba del cargo para el cual fui elegida por el pueblo (...) se trata de una elección indirecta clara, en la que 61 senadores sustituyen a la voluntad expresada por 54.500.00 votos".
La ex mandataria también aseguró que "el proyecto nacional progresista, incluyente y democrático que represento está siendo interrumpido por una poderosa fuerza conservadora y reaccionaria con el apoyo de una prensa partidista (...) basta con echar abajo a la primera mujer presidente de Brasil, sin ninguna justificación constitucional para este juicio político".
"Pero el golpe no se acaba de cometer contra mí y mi partido. Este fue sólo el comienzo. El golpe golpeará indistintamente cualquier organización política progresista y democrática (...) El golpe es contra el pueblo y la nación, el golpe es misógino, el golpe es homofóbico, el golpe es racista. Es la imposición de la cultura de la intolerancia, los prejuicios, la violencia", aseguró en su discurso.
Rousseff llamó al pueblo brasileño a luchar para continuar con la oposición hacia quienes la destituyeron.
"Escuchen bien: se creen que nos ganaron, pero están equivocados. Sé que todo el mundo va a luchar. Habrá más firme oposición contra ellos, incansable y llena de energía que un gobierno puede sufrir golpe de estado (...) estoy segura que la interrupción de este proceso por el golpe no es definitiva. Estaremos de vuelta. Volveremos a continuar nuestro viaje hacia un Brasil donde el pueblo es soberano".
La destitutida Jefa de Estado volvió a mencionar su mérito como la primera mujer en la presidencia de Brasil y recalcó "el machismo y misoginia" en su salida.
"Las mujeres brasileñas, que me cubrían las flores y el afecto, les pido que creer que se puede. Las futuras generaciones de brasileña saben que la primera vez que una mujer ocupaba la Presidencia de Brasil, el machismo y la misoginia mostró sus caras feas. Hemos abierto un camino de una sola vía hacia la igualdad de género. Nada nos hará retroceder. En este momento, no voy a decir adiós a usted. Estoy segura de que se puede decir "hasta dentro de un rato", puntualizó.
Foto: Reuters
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