Sus compañeros fueron acribillados y ahora les exigen volver a trabajar. Los mineros huelguistas de la compañía Lonmin están con la soga al cuello, luego que la empresa les exigiera retornar a sus labores, o si no serán despedidos.
Tras la muerte de una treintena de manifestantes a manos de la policía, el conflicto minero en Sudáfrica ha comenzado una escalada de violencia que parece no haber culminado con la muerte a balazos de los trabajadores ocurrido la semana pasada.
En un comunicado, emitido tres días después de la masacre, Lonmin amenazó con terminar el contrato con los trabajadores si la huelga no es depuesta. El ultimátum final ha sido pospuesto al lunes 20, tras los acontecimientos del jueves. Ese ultimátum es una última oportunidad de volver al trabajo o se expondrán a un despido", detalló el documento.
Los trabajadores de la mina Marikana, ubicada a unos 100 kilómetros de la capital de Johannesburgo, rechazaron la amenaza realizada por la compañía y advirtieron que continuarán luchando por mejoras salariales, pese a los amedrentamientos de la policía.
El sueldo promedio de un trabajador bordea los $238.000 mensuales, cifra que debería ser aumentada un triple por la compañía si ésta accediera a las peticiones d elos huelguistas que exigen un salario cercano a los $740.000 pesos chilenos.
Sudáfrica en el contexto actual
Revisa el comentario del cientista político Guillermo Holzmann