El pasado viernes, un niño en Nueva Zelanda falleció luego de haberse escondido en una lavadora y que la encendieran en una vivienda de Christchurch.
Preliminarmente, se indicó que el niño se habría encontrado jugado a las escondidas junto a otros chicos del lugar y él se había escondido en la lavadora Minutos más tarde, un residente del domicilio encendió la máquina puesto que queria lavar ropa.
Hasta el momento no se ha especificado cuánto tiempo estuvo el niño dentro del artefacto, ni su edad, ni identidad de sus padres.
Ante la llegada de la policía, tras recibir alerta desde el lugar, se trasladó al preescolar hasta un centro asistencial, pero el niño no logró sobrevivir pese a la labor de los médicos del recinto.
Según indica New Zealand Herald, un portavoz de la policía expresó que funcionarios fueron alertados del incidente y que "una persona resultó herida y llevada al hospital, donde luego murió".
"La policía está investigando las circunstancias de la muerte y el forense ha sido informado", añadió el vocero policial.
La presidenta de la junta de comunitaria del barrio, Karolyn Potter, expresó que la comunidad se uniría a la familia afectada y que “esta es una tristeza de la que no se puede hablar. Es absolutamente desgarrador”
Las autoridades iniciaron una investigación para determinar las responsabilidades en el caso, el cual hasta el momento se considera como un "lamentable accidente".