Chile reclama la creación de un área de protección marina en la Antártida, de manera conjunta con Argentina, durante la reunión de Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA) que se celebra en Australia.
Sin embargo, esta propuesta -presentada inicialmente en 2018- se toma con las "dudas" de Rusia, en la cita que comenzó el 24 de octubre en la ciudad australiana de Horbart y tendrá lugar hasta el 4 de noviembre.
"Persisten ciertas dudas. Hay, de hecho, un documento presentado por la Federación de Rusia con respecto a la propuesta chileno-argentina en el cual se detallan algunas de las observaciones que hace", señaló a EFE el director de Antártica de Chile, Francisco Berguño, organismo que pertenece al Ministerio de Exteriores.
Berguño apuesta por "seguir conversando" para dirimir esas observaciones sin precisar de qué se tratan.
La creación de las áreas protegidas marinas es desde hace más de una década un tema espinoso en el seno de la CCRVMA, uno de los pilares para la protección internacional de la Antártida que toma sus decisiones por consenso.
La comisión solo ha podido declarar en 2016 como Área Marina Protegida a una vasta zona de 1,55 millones de kilómetros cuadrados en el mar de Ross, pero aún sigue teniendo tres propuestas en la mesa.
Una de ellas está impulsada por Argentina y Chile, que buscan desde 2018 proteger un área de 650.000 kilómetros cuadrados para aliviar algunas de las presiones sobre la vida marina y reclaman prohibir la pesca de kril en zonas de alimentación de pingüinos y otras especies de la península antártica.
Las otras dos propuestas, abanderadas por el bloque europeo, abogan por declarar como zonas protegidas un área que supera los tres millones de kilómetros cuadrados en la Antártida Oriental y el mar de Weddell.
Estas tres propuestas chocan principalmente con las posiciones de Rusia y Moscú, según declaró la asistente de la secretaría de Estado estadounidense, Monica Medina, al periódico The Guardian Australia.
"Es hora de que esos dos países rebajen sus objeciones y se pongan de lado de la conservación", reivindica Medina.
La CCRVMA, creada en 1982, está integrada por la Unión Europea, Australia, Alemania, Argentina, Bélgica, Brasil, Chile, China, Corea del Sur, España, Estados Unidos, Francia, Holanda, Italia, India, Japón, Namibia, Nueva Zelanda, Noruega, Polonia, Rusia, Sudáfrica, Suecia, Reino Unido, Ucrania y Uruguay, además de Ecuador, su más reciente integrante.
Otros países adherentes a la convención, pero que no la han ratificado, son Bulgaria, Canadá, Finlandia, Grecia, Islas Cook, Mauricio, Pakistán, Panamá, Perú y Vanuatu.