El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió en la asamblea anual del organismo que los Estados miembros se impliquen más en las actuales negociaciones para un tratado contra pandemias que evite que se repitan los efectos causados por la del COVID-19.
"Pido a cada Estado que se implique de forma constructiva y urgente en las negociaciones del acuerdo contra pandemias (...) para que el mundo no tenga que enfrentar nunca más la devastación de una pandemia como la del COVID", destacó Tedros en la segunda jornada de la asamblea.
El acuerdo "ha de ser un compromiso generacional de que no repetiremos el pánico y la negligencia que hizo este mundo tan vulnerable", recomendó el máximo responsable de la OMS desde 2017.
Tedros intervino hoy para hacer un balance de los últimos 12 meses de trabajo de la OMS en 2022, marcados por la declaración, hace apenas dos semanas, del final de la emergencia internacional por la COVID-19, después de que causara unos 20 millones de muertos, según los últimos cálculos de la organización.
"Fue un momento de alivio pero también de reflexión", valoró el director general, quien señaló que el mundo "sigue sintiendo dolor por las muchas pérdidas y por el terrible precio pagado por familias, comunidades, sociedades y economías".
El experto etíope advirtió de que el final de la COVID como emergencia internacional "no es su final como amenaza para la salud", y afirmó que sigue habiendo riesgo de que evolucione a variantes que generen nuevas olas de contagios y fallecimientos.
"También continúa el peligro de que surja un nuevo patógeno con aún mayor letalidad", advirtió Tedros, subrayando que por ello es necesario construir sistemas de defensa para futuras pandemias, que incluirían el tratado que la OMS espera tener finalizado en 2024.
Junto a la lucha contra el COVID y la viruela símica (cuya emergencia internacional también finalizó este mes de mayo), la OMS respondió en 2022 a 70 crisis sanitarias, "desde las inundaciones en Pakistán al ébola en Uganda, la guerra en Ucrania o brotes de cólera en una treintena de países", recordó Tedros.
La OMS financió estas operaciones con un fondo especial para emergencias creado en 2014 (a raíz del brote de ébola que ese año se declaró en África Occidental) y para el que destinó en 2022 casi 90 millones de dólares: en 2023, con crisis como la de Sudán o el terremoto en Turquía y Siria, ya se han empleado otros 37 millones.
Tedros recordó asimismo que pese al fin de las emergencias internacionales por COVID-19 y viruela símica se mantiene aún la declarada por la OMS desde 2014 por la polio, con brotes especialmente graves en países como Pakistán o Afganistán.
El máximo responsable de la OMS mencionó otros frentes de lucha para la organización, como el de la vacunación contra múltiples enfermedades, después de que durante la pandemia unos 67 millones de niños en todo el mundo perdieran su acceso a importantes campañas de inmunización.
Algo que la OMS quiere paliar con una nueva campaña lanzada recientemente bajo el lema "la gran puesta al día", con el fin de aumentar los niveles de vacunación infantil para lograr al menos que regresen a los niveles previos a la pandemia.