Un juez de La Paz decidió este viernes mantener activa la orden de captura contra el expresidente boliviano Evo Morales (2006-2019) por un caso de presunta trata agravada de personas, pese a que el miércoles una jueza de Santa Cruz anuló esa disposición para que el caso continúe en Cochabamba, bastión político y sindical del exmandatario.
Un documento, difundido por medios locales y que se atribuye al juez Franz Zabaleta del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, señala que "como medida cautelar se ordena la suspensión temporal de la ejecución de toda determinación adoptada" en el caso.
Así mismo, el fallo menciona que dicha "medida cautelar" se mantendrá "entre tanto no se resuelva la presente queja".
Hace unos días, Nelson Cox, abogado de Morales, dijo a EFE que la decisión de la jueza cruceña Lilian Moreno otorgaba la "libertad irrestricta" al político y que no había posibilidad de que fuera apelada.
Además, Cox afirmó que esa determinación -ahora suspendida por un juez de La Paz- establecía que el caso debía pasar del sureño departamento de Tarija a Cochabamba, en donde la defensa de Morales insistiría en reclamar su inocencia en un proceso que -dice- fue cerrado en 2020 y reabierto con un nuevo tipo penal.
En octubre de 2024, la fiscal de Tarija Sandra Gutiérrez dictó una orden de captura contra el exmandatario, que posteriormente refrendada por un juzgado de esa misma región, por supuestamente tener un hijo con una menor de edad mientras era presidente de Bolivia.