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Un agujero negro hasta ahora tranquilo 'estalla' y los científicos creen saber por qué

Esto es un comportamiento nuevo que no se había observado hasta ahora en agujeros negros.

24horas.cl

EFE

Miércoles 27 de marzo de 2024

Un agujero negro hasta ahora tranquilo, situado en el centro de una galaxia a unos 800 millones de años luz de distancia, ha entrado en erupción repentinamente, emitiendo penachos de gas cada 8,5 días antes de volver a su estado normal.

Este "hipo periódico" es un comportamiento nuevo que no se había observado hasta ahora en agujeros negros, según los investigadores, que creen que la explicación más probable se deba a un segundo agujero negro más pequeño que gira alrededor del central, impactando repetidamente su disco de gas.

Esto provocaría la expulsión de material del disco de gas del agujero negro más grande cada 8,5 días.

Los hallazgos de esta "pareja de baile" se publican en la revista Science Advances y cuestionan la imagen convencional de los discos de acreción -estructura giratoria de materia alrededor del agujero negro-, que se había asumido como discos relativamente uniformes de gas.

Según los resultados, su contenido puede ser más variado, posiblemente incluyendo otros agujeros negros e, incluso, estrellas enteras, señala un comunicado del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), que participa en la investigación junto a centros de la República Checa, Italia o Gran Bretaña.

Estallido de luz en 2020

Los hallazgos surgieron de una detección automatizada realizada por ASAS-SN, una red de 20 telescopios robóticos situados en diversos lugares de los hemisferios norte y sur, que vigila el cielo una vez al día en busca de señales de supernovas y otros fenómenos transitorios.

En diciembre de 2020, detectaron un estallido de luz en una galaxia situada a unos 800 millones de años luz, en una parte del cielo que había estado relativamente tranquila y oscura hasta entonces.

Los investigadores decidieron entonces enfocar la explosión con el Nicer de la NASA, un telescopio a bordo de la Estación Espacial Internacional que vigila continuamente el cielo en busca de estallidos de rayos X que puedan indicar actividad de estrellas de neutrones, agujeros negros y otros fenómenos gravitatorios extremos.

Este duró unos cuatro meses antes de apagarse y durante ese tiempo el Nicer realizó mediciones diarias de las emisiones de rayos X de la galaxia. Al examinar los datos, el equipo observó una curiosa pauta: sutiles caídas, en una banda muy estrecha de rayos X, que parecían reaparecer cada 8,5 días.