Una nueva violenta y sangrienta jornada se registró este sábado en Gaza, tras lo cual se reportó la muerte de al menos 40 personas tras ataques bombarderos israelíes en el sector. Específicamente estos se concentraron en el campamento central de Nuseirat, y en las zonas sureñas de Jan Yunis y Rafah.
Solamente en la localidad de Nuseirat se registraron 20 fallecidos, la mayoría pertenecientes a cuatro familias distintas, quienes murieron en ataques de artillería contra sus viviendas, en las que también murieron niños, informaron autoridades locales.
Este ataque se suma a otros múltiples de los que ha sido víctima Gaza desde el pasado 7 de octubre, y por los cuales se han registrado cerca de 40.700 fallecidos y más de 94.000 heridos, de acuerdo a las cifras del Ministerio de Sanidad. Además, se estima que otros 10.000 cuerpos seguirían bajo los escombros producto de los bombardeos.
También en Jan Yunis, cinco civiles murieron y otros 15 miembros de la familia Abu Bakr resultaron heridos en el bombardeo de una vivienda en Al Jabour, según la agencia de noticias palestina Wafa, que denunció también un ataque con dron, en Rafah, que mató al menos a dos palestinos.
Según una evaluación reciente de la ONG inglesa Comité Internacional de Rescate (IRC, por sus siglas en inglés), el 41 % de familias gazatíes cuidan a niños que no son suyos desde el inicio de la guerra en Gaza, y los doctores están atendiendo a menores en hospitales a los que nos les queda ningún adulto que haya sobrevivido.
El 86% de Gaza está evacuado
De acuerdo a lo informado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aproximadamente el 86% de la Franja sigue afectado por más de 40 órdenes de evacuación, mientras que cientos de miles de familias desplazadas son obligadas a vivir en la denominada "zona humanitaria", una franja de tan solo 47 kilómetros cuadrados sin infraestructura y servicios esenciales.
“La situación en Gaza es más que desesperada... Los civiles tienen hambre. Tienen sed. Están enfermos. No tienen hogar. Han sido empujados más allá de los límites de la resistencia, más allá de lo que cualquier ser humano debería soportar”, denunció el jueves en un informe la secretaria general adjunta interina de Asuntos Humanitarios de la ONU, Joyce Msuya.