Era el momento de Barack Obama. Todo el mundo estaba atento a sus palabras durante el discurso del Estado de la Unión hasta que comenzó a contra la historia de un ex marine quien terminó siendo el protagonista de la importante jornada.
Cory Remsburg, un soldado veterano que participó en misiones en Irak y Afganistán, se transformó en el personaje más relevante de la noche, luego que emocionara a toda la audiencia gracias a su historia de esfuerzo y recuperación.
Tal como lo explicó el mandatario estadounidense, Cory sobrevivió a una trágica explosión ocurrida en la ciudad afgana de Kandahar. Tras estar durante un mes en coma, debido al daño cerebral que sufrió, logró despertarse, pero no podía hablar.
Fue en ese momento, en el que Obama lo visitó en el hospital, donde el soldado, pese a su grave situación de salud, lo recibió con positivismo que marcó al mandatario.
Por eso y varios años después de su accidente, decidió visitarlo en su casa en la ciudad de Phoenix (Arizona). Allí, Obama relató que Cory estaba mejorando y ya podía caminar.
Incluso, logró ponerse de pie y se cuadró ante el mandatario que contó emocionado los hechos ante legisladores republicanos y demócratas, quienes no dudaron y se levantaron de sus asientos para ovacionar al ex marine.
"Cory es un héroe y como la armada que él ama, como los norteamericanos para los que sirve, el Sargento Cory Remsburg nunca se rinde y él no renuncia. Eso me recuerda que nunca tenemos el camino fácil", relató el presidente de Estados Unidos.
Este emocionante aplauso cerrado para el soldado Remsburg, fue el momento más emotivo del discurso del Estado de la Unión, donde Obama explicó cuáles será sus estrategias políticas para los últimos años de su mandato.