Más de dos millones de personas sin agua en 21 comunas de Santiago.
Es el panorama que afronta la capital de Chile desde primera hora de esta mañana, más concretamente desde las 8.30, cuando la empresa Aguas Andinas suspendió el suministro para afrontar la crisis creada por el aluvión generado este lunes en el río Maipo y que complicó el abastecimiento en gran parte de la ciudad.
La situación creó una gran tensión entre las autoridades y la compañía, al igual que entre los usuarios, que se quejaron de escasa información e improvisación.
Así, si en un primer momento se habló de 320 mil personas afectadas en 15 comunas, poco después ya eran más de 600 mil en 21 comunas. Además, el tiempo de espera para la solución varió desde la medianoche de este miércoles hasta las 6.00 de la mañana hasta que el servicio esté totalmente repuesto.
Esto, unido al hecho de que el agua no fluía en algunos sectores que no habían sido notificados y que, en muchos casos, los cortes comenzaron de madrugada, mucho antes del horario anunciado, provocaron las críticas en la redes sociales.
Desde el Gobierno se aludió a la posibilidad de emprender medidas contra Aguas Andinas, ya que "la información dada a la comunidad no ha sido lo suficientemente oportuna ni clara", según aseguró la ministra de Obras Públicas, Loreto Silva.
Por parte de la compañía, el presidente del directorio, Felipe Larraín, destacó que la situación estaba en vías de normalizarse y aclaró que la Superintendencia de Servicios Sanitarios será la encargada en su caso de establecer las compensaciones a los usuarios afectados.
Durante la mañana de este martes, sesionó el Comité Operativo de Emergencia para poder enfrentar la interrupción del suministro de agua potable. Luego de esta, el intendente de la Región Metropolitana, Juan Antonio Peribonio y la ministra de Obras Públicas Loreto Silva explicaron los pasos a seguir en esta situación.
Aclararon que durante la madrugada de este día miércoles se normalizará el servicio y camiones aljibes recorrerán la región hasta que vuelva el agua.
Quien si encendió las alertas fue la ministra del Trabajo Evelyn Matthei, quien señaló durante la mañana que "Si hay muchos trabajadores y no hay agua potable, no funcionando los baños, no hay donde lavarse las manos, no puede funcionar la empresa".
La secretaria de Estado recalcó que como la turbiedad del agua fue por un hecho fortuito —el alud en San José de Maipo— la ley no obliga a los empleadores a remunerar el día perdido. Sin embargo, llamó a "conversar" para llegar a una solución.
"Lo que nosotros pedimos que conversen empleadores y trabajadores. No tiene ningún sentido ser pequeño, mandar a la gente a la casa y no pagarles", indicó.
Por su parte, los empresarios gastronómicos de Santiago manifestaron su molestia por la millonarias pérdidas que se van a producir en locales de la comuna de Providencia, pues determinaron cerrar varios locales.
Fernando de la Fuente, director de la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga) catalogó de irresponsable la situación del corte de agua y aseguró que ni las autoridades ni Aguas Andinas tomaron las medidas suficientes para no afectar a las personas y a los empresarios.
Estimó que no es posible que un alud tenga éstas consecuencias y confirmó que no tomarán medidas contra los responsables ya que cree que las consecuencias se las adjudicarán a las condiciones climáticas y no a la ineficiencia de la empresa que suministra el agua.