Entre gritos, incidentes y un tenso ambiente se llevó a cabo la ceremonia en donde Juan Barros asumió este sábado como obispo de Osorno.
Hasta las cercanías de la Catedral de la ciudad llegaron cerca de 200 personas para manifestar su rechazo a la designación del religioso, por las acusaciones que lo califican como encubridor de los abusos que cometió Fernando Karadima.
Las consignas contra Barros interrumpieron en varias oportunidades la misa, ya que un grupo de manifestantes ingresó a la iglesia acompañado de carteles, banderas y globos negros para evidenciar su desconteto.
En tanto, las personas que estaban a favor del nombramiento vestían poleras blancas, además de portar globos y pañuelos del mismo color.
Tras finalizar la ceremonia, los personas que rechazan la designación continúan en las afueras de la Catedral a la espera de que el ahora Obispo de Osorno salga del lugar.
A la actividad no asistieron las autoridades locales.
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Foto: Agencia Uno