El traslado a Punta Peuco de los diez reos que permanecen en el Penal Cordillera se realizará en cuanto se cuente con la orden emanada desde la dirección de Gendarmería.

Así lo informó esta mañana el jefe de gabinete de la institución, coronel Cristhian Alvear, a las afueras del penal ubicado en la comuna de la Reina.

“El procedimiento se cumplirá conforme a lo planificado”, explicó el oficial, y se hará “con estándares habituales de Gendarmería. El penal de Punta Peuco ya está preparado para recibir a los internos, solo se espera la orden del Director General”, precisó el coronel Alvear en conversación con los periodistas.

“Gendarmería vive una situación de contingencia permanente, el personal está dispuesto a responder en cualquier momento”, precisó el representante de la institución, quien precisó con esto que no hubo suspensión de traslado durante la madrugada, sino que todo responde a que la orden desde el mando institucional no ha llegado para que la migración desde el penal Cordillera hacia Punta Peuco se ejecute.

“El procedimiento no se desautorizó. Había orden de estar dispuesto a realizar el traslado y hasta ahora el Director Nacional no ha impartido la orden”, dijo.

“Todos los traslados por razones de seguridad debe hacerse en el momento en que se indique de parte de la autoridad de manera rigurosa y respetando los derechos humanos de los internos”, concluyó.

SITUACIÓN ESTA MAÑANA

Por la mañana se mantenía la calma en torno al Penal Cordillera, sin que se confirme el traslado aún de los diez reos que allí cumplen condena por causas de derechos humanos hacia Punta Peuco.

En las últimas hora de ayer, se esperaba la migración  de los reclusos en un dispositivo a cargo de Gendarmería de Chile, sin embargo, este finalmente no se realizó.

Esta mañana se mantiene presencia policial y resguardo en torno a ambos penales, por cuanto se prevé manifestaciones de familiares de víctimas de la dictadura, como ocurrió de madrugada, en protesta por el traslado.

Las organizaciones de derechos humanos han solicitado que los reclusos, ex jefes de los organismos represores de la dictadura de Pinochet, sean trasladados a penales comunes, aceptando condiciones de segregación como la Cárcel de Alta Seguridad, dependiente de Gendarmería.

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