Phillippe Reutter fue uno de los pilotos que participó en el rescate del ecologista estadounidense Douglas Tompkins, quien falleció el martes pasado tras sufrir un accidente en kayak en el Lago General Carrera, en la región de Aysén.
Según contó en una entrevista con La Tercera, al comienzo del rescate pensaron que el empresario y sus cinco acompañantes estaban en la playa, porque encontraron varados los kayaks. Sin embargo, la situación se complicó más tardes cuando se percataron que "el lago era como un mar furioso".
"Cuando los encontramos, la situación era desesperante. Estaban todos desparramados, porque las olas los habían separado. Cuando tratamos de aterrizar, algunos, que ya habían logrado salir, me hicieron señas de que todavía había dos personas en el agua", indicó.
Las dos personas que permanecían en el agua eran Tompkins y uno de sus acompañantes, quien logró permanecer sobre su kayak e intentaba sostener al empresario de su ropa para que no se hundiera.
"Este kayakista sujetaba a Tompkins de la ropa o de lo que podía para que no se hundiera. No podía remar porque tenía los brazos ocupados en eso. Nos acercamos a ellos, pero no podíamos bajar mucho porque las olas tenían más de dos metros y podían tocar el helicóptero. Así que nos quedamos justo por encima de ellos. Yo me amarré a la puerta (del helicóptero) y les arrojé la cuerda con el salvavidas", dijo Reutter.
Respecto a porqué no subieron a los hombres al helicóptero, el piloto explicó que "una persona no puede subir cargando a otra que está mojada", por lo que se vieron obligados a arrastrar a Tompkins y a su amigo por casi 45 minutos hacia una orilla, "porque teníamos que ir muy lento, para que no se dieran vuelta con el enorme oleaje".
"Ahí recién pude hablar con el kayakista. Le puse un arnés y lo levantamos, para ir a dejarlo a un pequeño lugar, donde estaba el resto de sus compañeros. Tuvimos que dejar a Douglas en esa playa por un rato, porque no podíamos subirlo al helicóptero, ya que no pudimos aterrizar", manifestó.
Luego, "aquel kayakista, ya a salvo, pidió ayuda a otros dos accidentados para regresar por Douglas. Volvimos y ellos saltaron para levantarlo e introducirlo al helicóptero. Ahí lo trasladamos a Coyhaique, donde lo dejamos".
El traslado del empresario desde la playa donde fue dejado hasta el Hospital de Coyhaique duró 35 minutos.
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