Las dos familias afectadas con el intercambio de guaguas muertas en el Hospital de Los Ángeles relataron la pesadilla que vivieron luego de que fueran alertados de la terrible confusión. Lo que debía ser el momento más íntimo y doloroso -dar sepultura a un hijo- se transformó en una tragedia aún mayor, tras la grave negligencia de la que fueron víctimas.
“Perder un hijo es fuerte, y aparte que te lo cambien, es más fuerte todavía”, relató Rolando Henríquez, uno de los padres afectados.
Los hechos ocurrieron el pasado viernes, cuando nacieron dos guaguas en el Hospital de Los Ángeles. Josefa, cuyo embarazo estuvo marcado por el síndrome de Potter detectado en agosto pasado, llegó a término, mientras que Mateo nació con solo cinco meses de gestación. Ambos bebés fallecieron momentos después de nacer.
Sin embargo, lo más doloroso estaba por venir. Dos días después, cuando una funeraria llegó hasta el hospital para retirar el cuerpo de Josefa, sus padres descubrieron que los restos que se les entregaban no correspondían a su hija.
“No correspondía al bebé que nosotros veníamos a buscar. El que estaba ahí era un varoncito”, explicaron desde la Funeraria Lorca. Pese a advertir el error, aseguran que desde el recinto asistencial intentaron minimizar la situación. “Como que se quisieron hacer los locos prácticamente, como diciendo ‘llévenselo’”, acusó el padre de Josefa.
La funeraria se negó a retirar el cuerpo incorrecto y entonces surgió la pregunta más angustiante para los padres: ¿dónde estaba el cuerpo de la bebé?
Ese mismo domingo, en el cementerio de Mulchén, la otra familia afectada estaba sepultando a quien creían que era su hijo. Horas más tarde, cerca de las 16:30, recibieron un llamado que les informó que el cuerpo que habían enterrado no era el de su hijo.
“Rabia, impotencia… porque supuestamente mi hijo lo tendría que haber tenido sepultado. Ahora voy a tener que hacer todo de nuevo”, expresó Paulo Peña, padre de Mateo.
Padres afectados con intercambio de bebés fallecidos anuncian demanda
Este lunes, ambas familias se reunieron en el cementerio de Mulchén. Allí se realizó la exhumación del cuerpo que había sido sepultado tras el error.
“Vamos a tomar todas las acciones pertinentes, ya sean penales y civiles, por la falta de servicio que ha cometido el hospital en esta tragedia para ambas familias”, anunció la abogada de uno de los padres.
Hasta ahora, las autoridades no han logrado explicar cómo ocurrió el intercambio de los cuerpos. “El director no tenía idea, supuestamente. Yo ya no puedo creer en el servicio público”, señaló el padre de Mateo.
Desde el Hospital de Los Ángeles calificaron lo ocurrido como un “error excepcional” e informaron la apertura de una investigación administrativa.
Recién en las próximas horas, y a más de tres días del fallecimiento de sus hijos, estas familias podrán finalmente darles el último adiós, después de esta grave negligencia.