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Alta mortalidad del cáncer oral: cómo detectar precozmente una enfermedad que suele diagnosticarse en etapa avanzada

Incorporar revisiones periódicas y autoevaluaciones son fundamentales como prácticas de autocuidado.

24horas.cl

Viernes 14 de noviembre de 2025

Aunque el cáncer oral tiene una menor incidencia que otros tipos de tumores, su mortalidad proporcionalmente es mucho mayor. Esto se debe, en gran parte, a que la mayoría de los casos se diagnostican en etapas avanzadas, cuando las opciones de tratamiento son más invasivas y las probabilidades de sobrevida disminuyen. En Chile, la ausencia de programas sistemáticos de pesquisa y la baja percepción de riesgo entre la población contribuyen a esta situación.

El doctor Francisco Bravo, odontólogo de la Clínica Mora Pavic, enfatiza que los controles odontológicos regulares son la primera línea de defensa. “El odontólogo es el primer profesional capaz de detectar lesiones sospechosas y derivar oportunamente. Los controles semestrales, o trimestrales en personas con factores de riesgo, reducen la proporción de cánceres diagnosticados en etapas avanzadas y mejoran las tasas de sobrevida”.

El cirujano dentista destaca que el examen clínico realizado en la consulta permite identificar manchas, úlceras o cambios de coloración en la mucosa bucal que muchas veces pasan desapercibidos por el paciente. Pesquisarlas a tiempo puede marcar la diferencia en las perspectivas de éxito de un tratamiento posterior.

A esto se suma la práctica del autoexamen bucal mensual, una herramienta sencilla que puede realizarse en casa. Basta con un espejo, buena iluminación y manos limpias para revisar la lengua, el paladar, las encías, el interior de las mejillas y el cuello. El objetivo no es diagnosticar, sino reconocer cambios anormales (como heridas que no cicatrizan, bultos o manchas persistentes) que ameriten consulta profesional. Esta rutina, que toma apenas unos minutos, puede salvar vidas.

“Si una lesión, mancha o úlcera persiste más de dos o tres semanas, o si se nota dolor, sangrado o aumento de volumen inexplicable, la persona debe consultar al odontólogo de inmediato. Practicar este autoexamen mensual reduce el tiempo entre la aparición de la lesión y la consulta profesional, lo que puede marcar la diferencia entre un tratamiento conservador y uno mutilante”.

Prevención y consultas periódicas

En Chile, más del 60% de los cánceres orales se diagnostican en etapas avanzadas, cuando el tratamiento implica resecciones amplias, pérdida de función y un impacto severo en la calidad de vida. Una consulta temprana, en cambio, puede permitir la detección en estadios I o II, con tasas de sobrevida que superan el 80%. Una revisión del odontólogo puede reconocer lesiones potencialmente malignas y determinar la necesidad de una biopsia o derivación especializada.

El Dr. Bravo advierte que “muchas veces el paciente acude por una molestia menor, sin saber que una pequeña úlcera o una mancha persistente puede ser el inicio de algo más serio. La evaluación permite observar detalles que a simple vista suelen pasar desapercibidos y, en casos necesarios, derivar rápidamente al especialista adecuado. Acudir al odontólogo ante cualquier sospecha es un paso fundamental para mejorar las probabilidades de sobrevida frente al cáncer oral”.

Además del diagnóstico precoz, el odontólogo puede identificar factores irritativos, entre estos prótesis mal adaptadas, dientes fracturados o restauraciones desbordantes. que perpetúan el trauma crónico y favorecen la transformación maligna. En el contexto de salud pública, fortalecer el rol del odontólogo en la atención primaria es clave para reducir la carga oncológica, mejorar la calidad de vida de los pacientes y disminuir los costos del sistema mediante la detección oportuna.

“Justicia sanitaria"

El cáncer oral comparte factores de riesgo con otras enfermedades: el consumo de tabaco y alcohol, cuyo efecto combinado multiplica hasta 15 veces la probabilidad de desarrollar la enfermedad; la exposición prolongada al sol en personas que trabajan al aire libre; algunas lesiones precancerosas; la infección por virus del papiloma humano (VPH); y los determinantes sociales, como el menor acceso a atención odontológica preventiva.

Por eso, los especialistas insisten en una prevención integral, que combine hábitos saludables y educación. Dejar de fumar, moderar el consumo de alcohol, usar protector solar labial y mantener una dieta equilibrada son medidas simples pero efectivas. “Los factores de riesgo del cáncer oral son bien conocidos y, en su mayoría, modificables”, subraya el odontólogo de la Clínica Mora Pavic.

Según estimaciones del Ministerio de Salud, el cáncer oral afecta principalmente a hombres mayores de 50 años, aunque en los últimos años ha aumentado entre mujeres y personas jóvenes expuestas al tabaco y al VPH. La educación y la atención temprana son las herramientas más poderosas para reducir la carga de esta enfermedad en el país, puntualiza el Dr. Bravo.

“Hablar del cáncer oral en Chile es fundamental porque, aunque su incidencia es menor que otros tumores, su mortalidad proporcionalmente es mucho mayor. La mayoría de los casos se diagnostica en etapas avanzadas, sin programas de pesquisa sistemática, y afecta sobre todo a hombres mayores, fumadores y trabajadores expuestos al sol. Por eso, visibilizarlo no solo es una cuestión clínica, sino también de equidad y justicia sanitaria”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha destacado que el cáncer oral es una amenaza global con aproximadamente 377.000 nuevos casos y 177.000 muertes anuales, sobre todo prevalente en regiones del sur y sureste de Asia, pero con un impacto global general. En Chile, la tasa de incidencia aproximada es de 3,4 casos por 100.000 habitantes en hombres y 1,6 por 100.000 habitantes en mujeres, con un aumento progresivo.

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