Este lunes 2 de junio se cumplen 32 años del estreno de Mea Culpa, el programa de casos policiales emitido Televisión Nacional de Chile (TVN) y cuya última temporada fue estrenada en octubre de 2021.
En sus inicios, el exitoso programa fue presentado por la periodista Cecilia Serrano, quien introducía cada episodio y moderaba un panel de discusión al final de los capítulos. Posteriormente, el periodista Carlos Pinto asumió la conducción del programa, consolidándose como su rostro más emblemático.
La primera temporada contó con 12 capítulos y el primer episodio de la serie, que luego se convirtió en un referente de la televisión chilena, fue titulado como "Cita con el Amor". Este relataba el crimen de Brenda Jara, una joven de Panguipulli asesinada por su pareja en agosto de 1988.
EL CRIMEN DE BRENDA JARA, EL PRIMER CAPÍTULO DE MEA CULPA
En 1987, Mario Villarroel dejó su natal Panguipulli con la esperanza de encontrar una mejor vida en Santiago para su familia, producto de la difícil situación económica que enfrentaba como empleado de un aserradero.
Poco después de su llegada, Villarroel encontró trabajo como ayudante de desabollador en un taller mecánico y cuando logró tener un ingreso estable, Brenda Jara y el hijo de ambos se trasladaron a la capital para reunirse con Mario. Sin embargo, lo que él no sabía era que el amor que los unía había cambiado.
Sumado a la falta de afecto, una amiga del propio Villarroel le confesó que Brenda le había sido infiel en su ausencia, algo que, según relató, lo destruyó: "Me hacía tira por dentro. Fue tanto que no podía entenderlo".
Mario, acorralado por la desesperación y el dolor, escribió una carta de despedida y su intención, acorde a sus palabras, era quitarse la vida. "Decía que yo me iba a suicidar y que yo me culpaba. No quería que nadie pensara mal de mi señora", explicó tiempo después.
En agosto de 1987, en un arrebato violento, Mario atacó a Brenda con un cuchillo, asesinándola. Luego, con la intención de morir junto a ella, se propinó 13 puñaladas. No obstante, fue trasladado al Hospital Barros Luco, logrando sobrevivir tras estar internado por tres días.
Villarroel fue condenado a 10 años y durante su tiempo en prisión, expresó su arrepentimiento: "Todavía no me convenzo de haber hecho algo así. Aquí aprendí que no hay nada que no sea superable (…) Yo nunca pensé en matar a mi señora, hasta el día de hoy no sé por qué lo hice. Si yo pudiera volver el tiempo atrás y que ella resucitara, lo haría".