Click acá para ir directamente al contenido

El sonido de las armas

En América el 74 por ciento de los homicidios son perpetrados con ellas. Un artista mexicano tomó pistolas, metralletas y escopetas y las transformó en 50 instrumentos musicales.

Alejandro González

Jueves 31 de enero de 2013

Hasta el año 2011, en el mundo se registraron 875 millones de armas de fuego. De estas, 650 millones están en manos de civiles, es decir, más de tres cuartas partes del arsenal total de armas en el planeta.

El pasado 14 de diciembre de 2012  se registró una de las matanzas más sangrientas de la historia reciente de Estados Unidos: la masacre de Newtown que dejó como saldo 27 víctimas fatales. La mayoría de ellas no sobrepasaban los diez años de edad. Las leyes del gigante norteamericano, sin embargo, sigue amparando la tenencia de armas sublimándolas como un derecho.

Diego Fleitas, Director e Investigador de la Asociación para Políticas Públicas de Argentina, sienta el siguiente dato: al año, fallecen 740 mil personas en el mundo producto de la violencia armada, de estas, 500 mil ocurren fuera de las zonas de guerra.

Se podría decir que desde la masacre en la escuela de Columbine, Colorado, también en Estados Unidos (con un resultado de 13 personas muertas), este tipo de incidentes se hizo mucho más visible. Chile, por su parte, no ha estado exento de estos hechos.

23 de Marzo de 2011. Italo Nolli desenfundó su pistola y dio muerte a dos efectivos de la Policía de Investigaciones en San Bernardo. Escapa y se da comienzo a una de las persecuciones policiales más impactantes en la historia chilena reciente. Un tiroteo en pleno centro de Santiago con la policía termina con Nolli acribillado.

 

De cada 4 millones de armas destruidas, otras 10 millones están saliendo de las fábricas. Es decir, acá hay un problema de proporciones y una de las razones, puede ser, su alta rentabilidad.

Según se estipula en el paper del Departamento de Economía de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, "Primera Aproximación sobre Ley de Control de Armas de Fuego Pequeñas en Chile", realizado por Tamara Van Hemelryck en Septiembre de 2012, el negocio es conveniente: 7 mil millones de dólares se generan en la comercialización tanto de armas como de municiones en el mundo.

LA POLÍTICA DE ARMAS MÁS EFECTIVA

No se sabe con exactitud si Estados Unidos tomará alguna medida referente al control de armas. Del mismo modo, si bien en Chile la legislación es más dura y según esgrime Van Hemelryck en su informe, "no puede comparar sus niveles de violencia criminal con países como Brasil o México",  la participación de las armas de fuego en el país "es bastante importante".

Chile poseería el segundo arsenal de armas más grande de América Latina después de Argentina.

 

 

"Las causas de la violencia involucran una compleja red internacional que normalmente es invisible y que sólo sale a la luz cuando las armas son utilizadas", expresa Pedro Reyes.

Él no es ningún experto en el tema y tampoco es chileno. Es un artista mexicano. Y ha hecho algo que podría servir para tomar conciencia acerca del uso de armas en nuestro continente. Según el estudio del Departamento de Economía de la Universidad de Chile, el 74 por ciento de los homicidios en América son cometidos con armas de fuego.

Reyes consiguió que la Secretaría de Defensa Nacional de México le donara 500 piezas de artillería confiscadas por la entidad.

Su gracia: transformarlas en 50 instrumentos musicales funcionales, la más auténtica y original política de control de armas.

 

 

A su modo, Reyes señala que la acción creativa está inspirada en "liberar de sus demonios a estos objetos". Transformados en piezas de arte y ejecución melódica y rítmica, "cuando son tocados es como una especie de exorcismo y la negatividad inherente a esas armas se transforma en algo positivo".

En dos semanas y con la ayuda de seis músicos luthieres cortaron, limaron y crearon flautas, guitarras y un kit de percusión sobre la base de metralletas, pistolas y escopetas. El resultado es "Imagine", una performance musical en donde los instrumentos son puestos a prueba.

Sin balas, sin disparos, sin muertes.

Así es el verdadero sonido de las armas: