Un rotundo éxito fue la campaña de recolección de fondos para Abdul Halim al-Atta, un refugiado sirio que hace sólo unos meses se volvió mundialmente conocido tras la difusión de unas fotografías donde aparece vendiendo lápices por las calles de Beirut, en El Líbano, mientras sostenía a su hija en brazos.
Según dan cuenta medios internacionales, el desarrollo de esta historia siguió con una campaña de "crowdfunding" a través de Twitter en favor del hombre.
Aunque la meta de las donaciones era reunir cinco mil euros, los 200 mil que llegaron a la cuenta le permitieron a este hombre instalar un restaurante, un puesto de kehab y una panadería. De paso, pudo darle trabajo a otros 16 refugiados.
El islandés Gissur Simonarson fue quien encabezó la gesta de ayuda. Este hombre es fundador de Conflict News, un sitio especializado en conflictos bélicos, específicamente en el último tiempo, sobre la guerra en siria.
"He recibido muchas peticiones para ayudar a este hombre y a su hija. ¿Alguien conoce a gente en Beirut capaz de localizarlos?", fue el Twitter que empezó la campaña en favor de Abdul.
"Lo había pensado, pero la gente envió el dinero para esta persona en concreto", comentó sobre la posibilidad de compartir las grandes donaciones con otros refugiados.
El beneficiado distribuyó el dinero de la donación destinando 25 mil euros para ayudar a sus familiares y amigos. Montó sus tres negocios y se mudó de la pequeña casa de una habitación a una más grande junto a toda su familia.
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