Al parecer se ha transformado en toda una tendencia el querer estar muy cerca de los animales en el zoológico.
¡Se salvó! León intenta atacar a un niño pero se encuentra con un "pequeño" obstáculo
En esta oportunidad una madre dejó a su pequeño bebé a sólo centímetros de la piscina en que se encuentra el oso polar del St. Louis Zoo en Missouri, Estados Unidos.
Desde un comienzo al animal le llamó la atención el menor y lo observaba desde el vidrio. Pasaron sólo algunos segundos y el enorme oso abrió su hocico justo por encima de la cabeza del pequeño.
A pesar de que el vidrio los separaba, el niño se llevó un gran susto y sólo la familia lo tomó para la risa. Lo cierto es que el animal sólo siguió su instinto natural.