Nos encontramos ad portas del comienzo de un nuevo año, lo que conlleva una serie de cambios en la vida diaria de las personas. Dentro de estos, uno de los que más genera dudas y expectación es el futuro económico del país y cómo será su impacto en el bolsillo de los chilenos.
En esta línea es que caben destacar los seis principales reajustes que experimentaremos desde inicio de año en materia económica, tanto al alza como a la baja, cambios que impactarán de forma positiva, y negativa en algunos casos, a las personas. Destacan en estos el aumento del sueldo mínimo desde enero, y la implementación de una nueva etapa de la jornada laboral de 40 horas.
Tres reajustes al alza
Aumento del TAG y peajes: el 1 de enero del 2026 ambos registrarán un alza de su precio en un 3,4%, teniendo un impacto negativo en la economía de algunos hogares. REVISA AQUÍ los nuevas tarifas.
Sueldo mínimo: en enero del 2026 el sueldo mínimo registrará un nuevo aumento, pasando del monto inicial de $529.000 a $539.000.
Pensiones: el 1 de enero se dará inicio a una fase importante de la Reforma Previsional, comenzando el Pago por Años Cotizados, y el Pago Compensatorio para Mujeres, también conocido como "Nueva Pensin Mujer". Esta alza será de en promedio $57.000 para todos quienes cumplan con los requisitos existentes.
Tres reajustes a la baja
Disminución cuentas de la luz: durante el 2025 uno de los ítems que mayor aumento tuvo fueron las cuentas de servicios eléctricos, impactando negativamente la economía de los hogares. Sin embargo, desde el 1 de enero comenzará a regir una baja en las cuentas de la luz como efecto de la devolución de los cobros excesivos, llegando al 2% en promedio a nivel nacional.
Baja precio bencinas: una de las principales preocupaciones para muchos chilenos es el precio del combustible, específicamente de las bencinas. Dentro de los reajustes para este 2026, es que el 1 de enero se proyecta que las bencinas bajen $25.
Ley de 40 Horas: finalmente, en 2026 se comienza a implementar una nueva fase de la Ley de 40 Horas, la cual se materializa en la disminución de la jornada laboral, llegando a 42 horas semanales.