A los 63 años, el guardia municipal de Macul, Hugo Vega, murió este martes tras ser apuñalado por un adolescente de 17 años en medio de un procedimiento por violencia intrafamiliar.
María Cristina Araneda, pareja de Vega, que también se desempeña en el Departamento de Seguridad del municipio, reveló que hablaron sobre la nueva fecha para casarse.
Según consignó LUN, la funcionaria municipal dijo que "lo vi por última vez antes de su turno... hablamos cosas de pareja, como la nueva fecha de nuestro matrimonio, porque la primera se suspendió por pandemia".
También detalló que también conversaron "otras cosas más cotidianas, como el cincierto de Kiss al que íbamos a ir, ya que amaba el rock".
Por su parte, uno de sus compañeros, Carlos Miranda Ramos, aseguró que "la partida de Hugo nos deja un gran vacío (...) hablamos de un hombre probo, que no solo era un buen inspector, también era un gran compañero".
Asimismo, dijo que compartirán el luto junto a María Cristina, explicando que "mientras ella integra el equipo de telefonistas que recibe las llamadas de emergencia de los vecinos, él era parte del equipo operativo. Creo que debido a su pinta ruda y su gran amabilidad".
Esto último, Vega lo dejó plasmado en sus redes sociales, donde escribió que amaba su trabajo porque podía entregar "consuelo y tal vez una pequeña esperanza" a las personas que se mantenían "en shock, golpeadaso, violentadas, con sus bienes arrebatados".
Vega dejó a tres hijas, dos de su primer matrimonio que ya son adultas y la tercera con su actual pareja.
ACUSAN FALTA DE EQUIPAMIENTO
En conversación con el citado medio, el presidente de la Asociación de Funcionarios N°1 del municipio, Manuel Gallardo, dijo que la lamentable muerte de Hugo no es una sorpresa debido a las condiciones en las que salen a terreno los inspectores.
"Lo más grave es que los funcionarios tengan que comprarse sus propios implementos de seguridad como rodilleras, coderas, gas pimienta y hasta bastón retráctil, dejándolos permanentemente expuestos a agresiones con cuchillos o pistolas", recalcó.
En esa misma línea, la secretaria general de la Confederación Nacional de Funcionarios Municipales de Chile (Asenuch), Lorena Menares, aseveró que "la seguridad de los ciudadanos está en manos de Carabineros de Chile y no de los funcionarios municipales. Eso independientemente de que los alcaldes y jefes de departamentos hayan asumido esa tarea usando trabajadores municipales".
Lo anterior se adpota con funcionarios que "no tienen ningún tipo de instrucción especializada", ya que "solo pueden fiscalizar temas como patentes de locales comerciales, autos mal estacionados o cualquier otra función que no requiera de la fuerza pública, porque su trabajo es naturalmente administrativo".