Investigadores de la Universidad de Chile propusieron al degú (Octodon degus) como un nuevo y prometedor modelo animal para estudiar la visión, luego de demostrar que este roedor endémico posee una agudeza visual superior a la de los modelos tradicionales usados en laboratorio. El hallazgo, publicado en el Journal of Neurophysiology, abre nuevas posibilidades para comprender la evolución y el desarrollo del sistema visual en mamíferos, especialmente en condiciones diurnas, más cercanas a la experiencia visual humana.
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El estudio, titulado “Chilean brush-tailed mouse (Octodon degus): a diurnal precocial rodent as a new model to study visual receptive field properties of superior colliculus neurons”, fue liderado por la Dra. Natalia Márquez, investigadora postdoctoral del Departamento de Biología de la Facultad de Ciencias de la U. de Chile, junto a un equipo del Laboratorio de Neurobiología y Biología del Conocer. Por primera vez, los científicos caracterizaron las respuestas visuales del colículo superior del degú, una estructura cerebral clave para procesar estímulos visuales y guiar comportamientos frente al entorno.
¿Por qué el degú es distinto a otros roedores de laboratorio?
A diferencia de ratones y ratas, modelos clásicos pero nocturnos y altriciales, el degú presenta una combinación poco común de características que lo vuelven especialmente atractivo para la investigación visual. Es un animal diurno, precocial (abre los ojos al nacer y utiliza la visión desde el primer día) y cuenta con una retina rica en conos, incluidos conos M y UV, además de una alta densidad de células ganglionares. Todo esto favorece una mejor resolución espacial y un procesamiento visual más complejo.
Estas particularidades llevaron al equipo a evaluar cómo el degú responde a distintos estímulos, como patrones de movimiento, cambios de contraste, rejillas sinusoidales y objetos en expansión que simulan depredadores aéreos. “Logramos comprobar que la agudeza visual del degú es mayor que la de otros roedores. Era una hipótesis basada en su modo de vida diurno y precocial, pero ahora contamos con evidencia experimental”, explica la Dra. Márquez.
Aportes para entender la evolución del sistema visual
La investigación forma parte de una colaboración internacional con la Universidad de Massachusetts Amherst, orientada a comparar cómo se desarrolla el sistema visual en distintas especies de mamíferos y qué factores influyen en sus diferencias. Según la investigadora, este enfoque permite analizar qué rasgos visuales son compartidos a nivel evolutivo y cuáles surgen como adaptaciones al modo de vida.
Esta publicación corresponde a la primera etapa del proyecto. La siguiente fase, actualmente en curso, estudia el sistema visual del degú criado en oscuridad total, con el objetivo de distinguir cuánto del desarrollo visual depende de la experiencia luminosa y cuánto de mecanismos internos. Aunque el estudio no tiene un fin biomédico directo, sí invita a repensar el uso exclusivo del ratón como modelo:
“Es práctico, pero no necesariamente el mejor para entender la visión diurna humana”, concluye la Dra. Márquez.
