El Ministerio del Medio Ambiente oficializó el Plan de Recuperación, Conservación y Gestión (RECOGE) del huillín, una de las especies más amenazadas del país. El instrumento fue aprobado mediante Decreto Supremo y publicado en el Diario Oficial, estableciendo una hoja de ruta de 15 años para evitar la desaparición de esta nutria nativa del sur de Chile.
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El huillín (Lontra provocax) está clasificado En Peligro de extinción y habita riberas de ríos, lagos, humedales y sectores costeros entre La Araucanía y Magallanes. Su conservación requiere acciones urgentes y coordinadas, debido a la fragmentación de su hábitat, la contaminación de las aguas y la presión de actividades humanas y especies invasoras.

Un plan oficial para evitar la extinción del huillín
El Plan RECOGE del huillín fija los lineamientos estratégicos que guiarán el trabajo del Estado, la comunidad científica y las organizaciones locales para proteger los hábitats críticos de la especie. La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, valoró la publicación del plan y subrayó su importancia ecológica:
“Con la oficialización del Plan RECOGE asumimos con acciones reales que el Estado de Chile, con respaldo técnico y participación ciudadana, trabajará para evitar que el huillín desaparezca. Protegerlo es también proteger ríos, lagos y humedales sanos, esenciales para la adaptación al cambio climático”.
Ejes de acción: hábitat, amenazas y especies invasoras
El plan se estructura en tres ejes principales. El primero apunta a proteger y restaurar riberas, humedales y zonas costeras, espacios clave para la alimentación y reproducción del huillín. El segundo busca reducir las amenazas humanas, ordenando actividades productivas e infraestructura en áreas sensibles. El tercero se enfoca en controlar especies exóticas invasoras, especialmente el visón, que compite por alimento y aumenta la presión sobre las poblaciones remanentes.
A estas líneas se suma el fortalecimiento de la investigación científica y el monitoreo, con el fin de mejorar el conocimiento sobre la distribución y tamaño poblacional de la especie. También se contempla educación ambiental, trabajo directo con comunidades locales y una coordinación institucional permanente, que incluirá al futuro Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP) para asegurar financiamiento y continuidad.
Un proceso participativo con ciencia y territorio
Aunque el diseño del plan se inició hace varios años, fue en 2023 cuando se concretó mediante un proceso técnico y participativo que incluyó nueve talleres, la participación de más de 12 servicios públicos y cerca de 25 ONG y centros académicos.
El especialista del grupo de nutrias de la UICN, Maximiliano Sepúlveda, destacó el valor del instrumento: “Este plan propone una gobernanza multisectorial que articula a distintos actores para abordar de manera coordinada la conservación de especies icónicas como el huillín”.

Desde el movimiento Tarahuillín, activo en la región de Los Lagos, también valoraron la iniciativa, destacando que la educación ambiental, el monitoreo y el trabajo comunitario son claves para proteger a “una de las nutrias más amenazadas del mundo”.
El huillín: una especie clave de los ecosistemas acuáticos
El huillín es una nutria nativa del sur de Sudamérica, asociada a aguas limpias y bien conservadas. Se alimenta principalmente de peces y crustáceos, mide entre 1,1 y 1,3 metros (incluida la cola) y pesa entre 6 y 15 kilos. Es una especie mayoritariamente solitaria, con poblaciones pequeñas, fragmentadas y altamente sensibles a las perturbaciones ambientales.
Desde 2011, en Chile está oficialmente clasificado En Peligro de extinción, lo que convierte al Plan RECOGE en una herramienta clave para asegurar su supervivencia y la salud de los ecosistemas acuáticos que habita.