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Tecnología

Piel robótica sensible: un avance que acerca a los robots al tacto humano

Nueva piel robótica detecta presión y temperatura como la piel humana. Podría revolucionar prótesis, rescates y robótica humanoide.

Nueva piel robótica sensible.

Vicente Barraza

- TVN

Lunes 16 de junio de 2025

Un equipo de científicos del University College de Londres (UCL) y la Universidad de Cambridge desarrolló una innovadora piel robótica flexible, sensible y de bajo costo, capaz de detectar presión, temperatura y daño, imitando el funcionamiento de la piel humana. Este avance promete transformar el futuro de las prótesis, los robots humanoides y otras aplicaciones en áreas como la industria automotriz o operaciones de rescate.

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“Creemos que es mejor que cualquier otra cosa que exista en este momento”, señaló entusiasmado Thomas George Thuruthel, investigador de la UCL.

¿Cómo funciona esta piel electrónica?

A diferencia de tecnologías anteriores que requerían sensores distintos para cada tipo de contacto, esta piel inteligente detecta múltiples estímulos con un solo material. Eso se conoce como detección multimodal. El secreto está en su composición: un hidrogel de gelatina blanda, elástico y conductor de electricidad, moldeado con forma de mano humana.

El material contiene más de 860.000 diminutas vías que responden de forma distinta según el tipo de contacto: puede distinguir entre un dedo, una superficie caliente o un corte.

Inteligencia artificial con “sentido del tacto”

El equipo entrenó un modelo de inteligencia artificial (IA) con los datos recopilados de distintas interacciones, lo que permitió a la piel robótica reconocer los distintos tipos de toque.

“Nuestro método es más flexible y fácil de construir que los sensores tradicionales”, comentó Thuruthel. “Y lo mejor es que podemos calibrarlo usando el tacto humano”.

Futuro prometedor para prótesis y robots humanoides

Si bien todavía no alcanza la sensibilidad de la piel humana, esta innovación abre la puerta a nuevas aplicaciones en prótesis más sensibles y realistas, así como en robots que interactúan mejor con su entorno.

También podría ser útil en situaciones de riesgo, como catástrofes naturales, donde un robot necesita percibir condiciones peligrosas al tacto, como calor extremo o superficies afiladas.