Como “Cenicienta en zapatillas” bautizó la prensa de la época a la estadounidense Chris Evert, quien con sólo 16 años en 1971 hizo historia en el US Open tanto dentro como fuera de la cancha. ¿El motivo? Su talento y un vestido, combinación que revolucionó el tenis.
Tras un arrollador inicio en las categorías junior, la oriunda de Florida recibió una invitación al Grand Slam para medirse por primera vez contra profesionales. Su debut fue soñado. Pese a que su especialidad era la arcilla y por entonces el certamen se disputaba en hierba, Evert sorprendió a todos con su nivel, superando a varias de las mejores jugadoras del mundo del momento hasta meterse en las semifinales. Sin embargo, también causó sensación por su vestimenta: Un minivestido de encaje blanco que marcó un antes y un después en la moda deportiva.
"Desató un fenómeno cultural y generacional", aseguró el diario español El País.
"Ganó 18 grandes, forjó junto a Martina Navratilova la gran rivalidad que cambió para siempre el deporte femenino hasta finales de los 80 y se erigió en un icono mediático a la altura de cualquier estrella de Hollywood. Una ascendencia mediática que comenzó con 16 años, en la hierba de aquel torneo y luciendo, quizá, el vestido más icónico de la historia de su deporte", añadió.
Hoy, ese atuendo que revolucionó la moda y al tenis, volvió a ser viral. “Era mi vestido de encaje favorito. La ropa de tenis en aquella época era preciosa”, dijo la propia Evert en la red social X tras la viralización del look que lució en su debut en un grande más de 50 años después.
"Cientos de miles de ‘Me gustas’ alaban cada poco en redes sociales aquel minivestido de encaje blanco que marcó un antes y un después en la moda deportiva, capturando el espíritu de la época con un diseño femenino, delicado, pero audaz, diferente a lo que solía verse en la pista. Era una pieza sin mangas y la típica falda evasé de proporciones mini que suelen utilizar las tenistas, pero podría ser un vestido para el día a día estival comercializado hoy por cualquier diseñador o cadena de moda pronta, más propio de un armario de domingo que de la taquilla de un vestuario. Lo más especial es cómo lo combinó: coleta baja con lazo blanco a juego y zapatillas del mismo tono. El resultado, si le sumamos unos centímetros de longitud a la falda, bien podría ser una segunda opción nupcial para esas novias delicadas que buscan también la comodidad para vestir durante la fiesta posterior al enlace", detalló el medio.
Love this pics: great memories, even though I lost..thanks @BillieJeanKing for welcoming me and always encouraging me pic.twitter.com/Uku262SyLc
— Chris Evert (@ChrissieEvert) April 23, 2017
"Aunque no existe confirmación oficial, varios expertos acreditan el vestido de encaje al diseñador Ted Tinling, un pionero olvidado de la moda deportiva que ayudó a liberar los cuerpos de las atletas y a deshacerse de las convenciones machistas, imponiendo su estilo y la certeza de que el vestuario de una jugadora debía reflejar su personalidad y su forma de jugar. Además de convertir a King o Navratilova en iconos de estilo, Evert era su debilidad personal: “Tan femenina como el encaje, tan suave como el satén y tan resistente como las perlas. He visto a todas las campeonas del tenis durante 60 años, y no tengo absolutamente ninguna duda de que Chris fue la más elegante de todas”, aseguró el creador", complementó.
El vestido más bonito de la historia del tenis: cómo Chris Evert revolucionó la moda deportiva llevando el encaje a la pista https://t.co/ZXrXkdlzDe vía @el_pais pic.twitter.com/C9fq7vLdnK
— Manuel Revilla (@ManuelRevilla57) July 9, 2025
La atrevida propuesta de Evert dio paso a un cambio radical en el tenis femenino, donde varias de las más importantes tenistas de los últimos años continuaron con su legado, como Venus Williams (Roland Garros 2010), Maria Sharapova (US Open 2017), Camilla Giorgi (Wimbledon 2015) o Serena Williams, que conmocionó al mundo del deporte con el vestido negro de tul diseñado por Virgil Abloh para el US Open de 2018, y quienes también han lucido diseños que apostaban por el encaje. La última, en la actual edición de Wimbledon, ha sido la estadounidense Coco Gauff, vistiendo un diseño tipo corsé.