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Captan por primera vez a orcas besándose y usando su lengua

Este descubrimiento desafía nuestra percepción de las orcas como simples depredadores: el "mordisqueo de lengua" entre individuos salvajes podría ser clave para entender sus complejas interacciones sociales.

24horas.cl

Deutsche Welle

Orcas besándose

Miércoles 2 de julio de 2025

En las frías aguas de los fiordos de Kvænangen, al noreste de Tromsø en Noruega, un grupo de científicos ciudadanos ha registrado algo sorprendente que ha llamado la atención de la comunidad científica: dos orcas salvajes (Orcinus orca) compartiendo lo que se asemeja a "besos" con la lengua, un comportamiento que contrasta con la imagen depredadora que suele asociarse a estos animales.

Esta conducta, aunque parezca curioso o incluso romántico, podría aportar nuevos conocimientos sobre estos cetáceos. Conocido como "mordisqueo de lengua", este gesto solo había sido observado previamente en orcas bajo cuidado humano y en muy pocas ocasiones. 

El hallazgo, publicado recientemente en la revista Oceans, representa la primera documentación de este comportamiento en orcas en su hábitat natural.

Grabación única: casi 2 minutos de contacto oral entre cetáceos

El encuentro fortuito ocurrió durante una expedición de snorkel en octubre de 2024. Los buceadores, flotando horizontalmente para minimizar cualquier perturbación, grabaron con una GoPro esta inusual interacción que duró casi dos minutos y comprendió tres episodios de contacto suave boca a boca entre las dos orcas adultas.

"Morder la lengua es algo excepcionalmente raro", explicó Javier Almunia, coautor del estudio e investigador de mamíferos marinos, a Live Science. Según el medio científico, los cuidadores de varias instalaciones conocen este comportamiento, "pero su prevalencia es extremadamente baja: puede aparecer y luego no volver a observarse durante varios años".

La grabación muestra lo que los investigadores describen como "episodios repetidos de contacto oral suave y cara a cara". Según detalla el estudio, la interacción completa duró exactamente 1 minuto y 49 segundos, con tres episodios de besos de 10, 26 y 18 segundos cada uno. Tras el último episodio, las orcas simplemente se separaron y nadaron en direcciones distintas.

Este comportamiento se asemeja al observado en Loro Parque, un zoológico de Tenerife, España, donde "un individuo sacaba la lengua mientras el otro realizaba suaves movimientos de mordisqueo", según indica el estudio. 

Las primeras observaciones de este comportamiento en cautividad se remontan a 1978, pero solo ahora se ha podido documentar en la naturaleza.

Orcas besándose con lengua

¿Vínculos afectivos o comunicación entre orcas?

El gesto no es solo una curiosidad. En el mundo animal, el contacto bucal cumple funciones diversas. En primates, por ejemplo, besar o tocarse los labios puede expresar confianza o afecto; en lobos o perros, lamer la boca del otro suele ser una señal de respeto o sumisión. En cetáceos como las belugas, el contacto oral parece tener un papel similar al de las orcas, que se cree que podría reforzar vínculos sociales, especialmente entre individuos jóvenes, ayudándoles a desarrollar habilidades sociales e incluso motoras. 

Algunos investigadores especulan que podría tratarse incluso de un comportamiento "de moda" entre las orcas, similar a cuando se las ha observado colocándose peces muertos en sus cabezas a modo de sombreros.

Nuevas perspectivas sobre la inteligencia de las orcas en libertad

La observación de este mismo comportamiento tanto en cautividad como en libertad sugiere que forma parte del repertorio natural de las orcas. Sin embargo, no todos los expertos están convencidos de que los estudios en cautividad puedan extrapolarse completamente al comportamiento en la naturaleza.

Luke Rendall, investigador de mamíferos marinos de la Universidad de St. Andrews, señaló a Live Science que "solo podemos especular sobre su función" sin más investigación. "Puede ser afiliativo, puede ser una forma de mendigar, es decir, intentar estimular la transferencia de alimentos, puede incluso ser una forma de acicalamiento", explicó.

El hallazgo subraya lo difícil que resulta estudiar los comportamientos submarinos de estos inteligentes mamíferos. Las orcas, contrariamente a su apodo de "ballenas asesinas", son en realidad los miembros más grandes de la familia de los delfines y, como señala Phys.org, en estado salvaje no se las considera peligrosas para los humanos.

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