Lily Murphy, una mujer británica de 30 años, fue diagnosticada con un melanoma de estadio 4 (el más avanzado) después de que los médicos confundieran sus síntomas con ansiedad.
El medio británico The Independent detalló que la paciente, a la edad de 23 años, recibió un primer diagnóstico de melanoma de estadio 1B luego de regresar de un viaje al sudeste asiático, por lo que recibió tratamiento inmediato y finalmente el alta médica, sin pensar que la enfermedad volvería años después.
"Pensaba que había recibido una segunda oportunidad en la vida", dijo Murphy al citado medio, agregando que tras superar el cáncer "quería divertirme, irme de vacaciones, salir de fiesta y disfrutar de todas las personas a mi alrededor, porque la vida es muy corta".
LOS SÍNTOMAS QUE CONFUNDIERON LOS MÉDICOS
No obstante, en 2023 comenzó a sufrir diversos malestares, por lo que acudió al departamento de dermatología del Hospital General Watford, específicamente, por dolores de pecho y espalda.
"Estaba muy cansada todo el tiempo, y no entendía por qué", relató, para luego puntualizar que "pensé que había estado sentada en mala postura, pero al día siguiente me dolía el pecho y no podía respirar".
En aquella primera evaluación, los médicos sólo atribuyeron los síntomas a la ansiedad, teniendo en cuenta que tenía antecedentes de salud mental, pero su madre no quiso quedarse con la primera opinión, por lo que insistió que se sometiera a nuevas pruebas y consiguió que en el mismo centro le realicen escáneres de pecho y test de sangre.
Los resultados, finalmente, confirmaron que padecía un melanoma de estadio 4, es decir, que se había extendido a otras partes de su cuerpo, como el cuello y los pulmones.
Ante este nuevo escenario, en abril de 2023 comenzó a recibir rondas de inmunoterapia para el cáncer de piel, pero no toleraba las dosis requeridas y desarrolló una reacción alérgica severa a la quimioterapia. Además, padeció una sepsis como resultado del debilitamiento de su sistema inmune.
Murphy ahora comenzó otro tratamiento que sí está logrando un cierto retroceso de la enfermedad y desde este lugar, denunció que ha observado un aumento de jóvenes que son derivados para realizarse biopsias de cáncer y que, en la mayoría de los casos, tienen historial de uso de camas de bronceado, procedimiento al que ella se sometió ocho veces antes de su primer diagnóstico en 2018.