La modelo Yuli Cagna captó la atención de los medios por someterse a una cirugía estética que tenía como objetivo quitar "exceso de grasa", pese a la negativa de su familia.
La argentina contó a LUN que la decisión radica en la molestia que le provocaba el peso que ganó durante sus últimos viajes al extranjero, que fueron entre 4 y 5 kilos.
"Dejé de lado los hábitos saludables", admitió, agregando que dejó de entrenar, su dieta "ultra sana" y que comenzó a beber nuevamente.
En concreto, Yuli veía depósitos de grasa en los brazos y en la zona de las piernas que suele confundirse con los glúteos.
"(Me saqué) muy poco, unos 600 cc solamente. Cuando le conté a mi familia y mis amigos me preguntaron si estaba loca, que no tenía nada de grasa, pero yo lo notaba y a mi no me importa el qué dirán, hago lo que me hace sentir mejor".
Sin embargo, lo que llamó la atención fue la instrucción que le dio el médico: subir dos kilos más para poder operarla. "Me fui a Rosario y Buenos Aires y me comí todos los alfajores", bromeó.
La argentina ahora se encuentra en pleno proceso de recuperación, por lo que los resultados aún no son visibles.