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Ciencia

Científicos las investigan: esferas naranjas halladas en la Luna revelan secretos volcánicos

Científicos estudian esferas naranjas de la Luna, formadas por volcanes hace 3.500 millones de años, que guardan claves sobre su pasado volcánico.

Vidrios naranjas encontrados en la superficie lunar.

Vicente Barraza

- TVN

Viernes 27 de junio de 2025

Entre el polvo gris de la Luna, brillan diminutas joyas anaranjadas. Lo que parecían simples granos de arena se han revelado como auténticas cápsulas del tiempo que podrían transformar nuestra comprensión del pasado lunar.

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Hace más de 50 años, los astronautas del programa Apolo quedaron sorprendidos al encontrar miles de pequeñas esferas de vidrio de color naranja esparcidas por la superficie lunar. Estas diminutas esferas, del tamaño de un grano de arena, se formaron hace entre 3.300 y 3.600 millones de años, cuando la Luna era un mundo volcánicamente activo, muy distinto al satélite silencioso que vemos hoy.

Según explicó Ryan Ogliore a DW, profesor asociado de Física en la Universidad de Washington, “la mera existencia de estas cuentas nos dice que la Luna tuvo erupciones explosivas, algo parecido a las fuentes de lava que se ven en Hawái”.

Un legado volcánico intacto

Lo extraordinario es lo bien conservadas que se mantienen estas esferas. Sin atmósfera que las erosione ni clima que las degrade, han permanecido intactas durante más de 3.000 millones de años, conservando secretos sobre el pasado volcánico lunar.

El interés por estas pequeñas perlas ha renacido gracias a nuevas técnicas de análisis microscópico que permiten estudiarlas con una precisión impensada en los tiempos del Apolo.

“Hemos tenido estas muestras durante 50 años, pero ahora contamos con la tecnología necesaria para comprenderlas a fondo”, señaló Ogliore. “Muchos de estos instrumentos habrían parecido ciencia ficción en los años 70”.

Tecnología al servicio del pasado lunar

Para investigar estas misteriosas esferas, un equipo liderado por Thomas Williams, Stephen Parman y Alberto Saal, de la Universidad Brown, empleó herramientas avanzadas como microscopía electrónica, espectroscopía de rayos X y haces de iones de alta energía. Parte de los estudios se realizó con el NanoSIMS 50, un sofisticado instrumento capaz de analizar materiales microscópicos con una precisión extrema.

Sin embargo, el reto no era menor. Los científicos debieron mantener las muestras protegidas del aire terrestre para evitar reacciones químicas que alteraran su composición original.

Diversidad mineral y pistas sobre el pasado

Una de las mayores sorpresas ha sido la diversidad de estas esferas. Algunas presentan un naranja brillante, mientras que otras son negras y lustrosas, cada una reflejando distintos episodios de erupciones lunares.

Los análisis han revelado diferencias en minerales, como sulfuros de zinc, y en la composición isotópica de las esferas, lo que proporciona pistas sobre las presiones, temperaturas y entornos químicos durante las erupciones. Según Ogliore, “es como leer el diario de un antiguo vulcanólogo lunar”.

Este trabajo, publicado en la revista Icarus, confirma que la Luna no siempre fue el mundo tranquilo que hoy contemplamos desde la Tierra. Gracias a tecnologías modernas, estas pequeñas joyas extraterrestres empiezan a contar su historia.

“Estas son algunas de las muestras extraterrestres más asombrosas que poseemos”, concluyó Ogliore según DW.