Por primera vez, científicos lograron cultivar corazones humanos en embriones de cerdo, marcando un antes y un después en la medicina regenerativa. El avance, tan prometedor como polémico, podría cambiar el futuro de los trasplantes de órganos para siempre.
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El hallazgo fue presentado en el congreso anual de la Sociedad Internacional de Investigación en Células Madre (ISSCR), realizado en Hong Kong. Allí se reveló que estos mini corazones humanos lograron latir dentro de embriones porcinos durante 21 días, alcanzando un tamaño similar al de un corazón humano fetal: pequeño como la punta de un dedo, pero con actividad cardíaca detectada.
¿Cómo se logró esta hazaña biotecnológica?
La técnica consiste en eliminar ciertos genes del embrión porcino, impidiendo que forme su propio corazón, y luego reemplazarlos por células madre humanas. Estas células, reprogramadas para resistir el entorno animal, ocupan ese espacio y comienzan a formar el órgano.
Aunque antes se había conseguido cultivar vasos sanguíneos y tejido muscular humano, esta es la primera vez que se logra con el corazón, y con resultados más que alentadores.
Los embriones fueron implantados en madres sustitutas porcinas, y aunque no sobrevivieron más allá del día 21, los investigadores observaron latidos cardíacos y estructuras celulares humanas gracias a marcadores fluorescentes.
El trabajo fue liderado por Lai Liangxue, del Instituto de Biomedicina y Salud de Guangzhou, quien ya había cultivado riñones humanos en cerdos con una técnica similar.
Dudas éticas y científicas
A pesar del entusiasmo, la comunidad científica ha llamado a la prudencia. Según Nature, expertos como Hiromitsu Nakauchi, de la Universidad de Stanford, señalan que se debe confirmar si el tejido era completamente humano. Hideki Masaki, del Instituto de Ciencia de Tokio, destacó que solo algunas partes brillaban con biomarcadores, lo que sugiere que la integración fue parcial.
Además, se reabre el debate ético: ¿hasta qué punto podemos manipular la vida para salvar vidas? ¿Estamos preparados para aceptar que un órgano que podría latir en nuestro pecho, haya comenzado su vida en el cuerpo de un cerdo?
Una respuesta urgente a la escasez de órganos
El motor detrás de estos experimentos es la crisis global de donación de órganos. Solo en el Reino Unido, más de 400 personas murieron en 2023 esperando un trasplante. A nivel mundial, se cubre menos del 10% de la demanda anual de órganos, según la OMS.
Los cerdos se han convertido en los principales candidatos para este tipo de avances por su similitud anatómica con los humanos y su alta capacidad reproductiva. Y aunque los xenotrasplantes (trasplantes entre especies) fallaron por años por el rechazo inmunológico, hoy técnicas como CRISPR permiten modificar los genes porcinos para eliminar estas barreras.
Ya se han visto avances notables: un riñón porcino funcionó por más de tres meses en un macaco, y otro duró 136 días en un babuino. En humanos, desde 2021, se han realizado seis xenotrasplantes bajo criterios compasivos. El caso más conocido es el de Towana Looney, quien vivió casi cinco meses con un riñón porcino.
Lo que viene: ensayos clínicos en humanos
La FDA ya aprobó el primer ensayo clínico oficial para trasplantes de órganos porcinos en humanos. Será liderado por United Therapeutics y comenzará con seis pacientes, con la proyección de llegar a cincuenta. Si los resultados son positivos, podríamos estar al borde de una nueva era médica, donde recibir un órgano cultivado en un cerdo sea parte del tratamiento estándar.