Aunque sigue siendo uno de los cánceres más raros, el cáncer de apéndice ha comenzado a aparecer con más frecuencia en personas jóvenes, particularmente en quienes nacieron después de la década de 1970. Así lo advierte un reciente estudio publicado en Annals of Internal Medicine, que encendió las alertas entre expertos de salud pública.
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Si bien la incidencia sigue siendo baja, solo unos pocos casos por millón al año, el crecimiento ha sido llamativo: se ha triplicado o incluso cuadruplicado entre los nacidos después de los años 70 en comparación con generaciones anteriores.
Este fenómeno se suma a una tendencia preocupante: el aumento de cánceres de aparición temprana como el colorrectal, de mama, páncreas, ovario y testicular, que también están creciendo en menores de 50 años en distintas partes del mundo.
¿Qué está causando este aumento?
La comunidad científica aún no tiene una respuesta definitiva, pero apunta a factores ambientales como posibles responsables.
“Este cambio ha dejado a muchos expertos perplejos y en busca de respuestas”, escribió el científico biomédico Justin Stebbing, de la Universidad Anglia Ruskin, en la revista Conversation.
Si bien el tabaquismo, la obesidad y la dieta han sido considerados factores de riesgo, estos no explican por sí solos por qué están afectando particularmente a personas jóvenes. Los factores genéticos también fueron descartados como causa principal.
Algunas de las hipótesis más recientes incluyen:
- Mayor exposición a microplásticos y “químicos eternos” presentes en el ambiente.
- Cambios en el microbioma intestinal, posiblemente por el uso masivo de antibióticos o modificaciones en la dieta.
- La expansión de la llamada “dieta occidental”, caracterizada por altos niveles de azúcar y alimentos ultraprocesados, y baja en frutas, verduras y fibra.
Hasta ahora, se considera que estos elementos son factores asociados o contribuyentes, pero no se ha probado que causen directamente el cáncer de apéndice.
¿Se puede reducir el riesgo?
La mejor estrategia, según los especialistas, es enfocarse en la prevención y el cambio de hábitos. Algunos consejos para reducir el riesgo, según Cancer Research UK, incluyen:
- Llevar una dieta equilibrada, rica en alimentos frescos y naturales.
- Reducir el alcohol y evitar el tabaco.
- Mantener un peso saludable y hacer actividad física regularmente.
- Usar protector solar y exponerse al sol con precaución.
- Vacunarse contra el VPH.
“Seguir una dieta rica en frutas, verduras y cereales integrales, junto con una vida activa, puede reducir el riesgo de muchos tipos de cáncer”, enfatiza Stebbing.
Aún queda mucho por investigar, pero los expertos coinciden en que necesitamos más conciencia sobre la salud desde edades tempranas para enfrentar estos nuevos desafíos del siglo XXI.