Un nuevo estudio europeo reveló que hablar más de un idioma puede ser una herramienta poderosa para proteger la salud mental y física a lo largo de la vida. Tras analizar datos de más de 86.000 personas en 27 países, los investigadores concluyeron que el uso cotidiano de múltiples lenguas favorece un envejecimiento saludable con efectos comparables, e incluso superiores, al ejercicio físico.
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Según la investigación publicada en Nature Aging, las personas que sólo hablan una lengua tienen 2,11 veces más probabilidades de sufrir un envejecimiento acelerado. En cambio, quienes utilizan al menos un idioma adicional presentan 2,17 veces menos riesgo de experimentar este deterioro. Además, el impacto es acumulativo: mientras más idiomas se dominen, mayor es la protección contra el deterioro cognitivo asociado a la madurez.

Para el Centro Vasco de Cognición, Cerebro y Lenguaje (BCBL), uno de los firmantes del estudio, estos resultados consolidan una tendencia observada en investigaciones previas, ahora con una base estadística robusta y amplia.
Evidencia sólida en 27 países europeos
El análisis incluyó a personas entre 51 y 90 años, cuyos perfiles de salud y estilo de vida fueron evaluados para determinar si su envejecimiento era más rápido o más lento de lo esperado. Para esto, el equipo utilizó modelos de inteligencia artificial capaces de calcular la llamada brecha de edad bioconductual (BBAG), que compara la edad biológica estimada con la edad cronológica real.
Los investigadores incorporaron variables como hipertensión, diabetes, trastornos del sueño, educación, actividad física y capacidad cognitiva, lo que permitió una medición precisa del impacto del multilingüismo sobre la salud general.
Valores BBAG negativos indican un envejecimiento más lento; positivos, un envejecimiento más acelerado. Y en este punto, hablar más de una lengua mostró un efecto protector consistente incluso cuando se consideraron factores sociales, físicos y lingüísticos acumulados a lo largo de la vida.
¿Por qué los idiomas protegen el cerebro?
El estudio propone tres rutas que podrían explicar este beneficio:
- Ruta biológica: mayor neuroplasticidad y eficiencia en redes cerebrales frontoparietales.
- Ruta cognitiva: entrenamiento permanente del control ejecutivo, la atención y la memoria de trabajo, lo que genera una mayor reserva cognitiva.
- Ruta social: mayor participación e integración social, reduciendo el estrés acumulado o carga alostática.
Estas vías combinadas tendrían efectos sistémicos, no solo a nivel cerebral, fortaleciendo el bienestar general.

Un llamado a las políticas públicas
Para los investigadores, el multilingüismo es una herramienta accesible, económica y con un impacto significativo en la salud poblacional. Por eso, plantean integrar el aprendizaje de idiomas en planes de educación y salud pública para favorecer la resiliencia cognitiva y disminuir los costos asociados al envejecimiento. En el trabajo participaron instituciones como el Instituto Global de Salud Cerebral (GBHI) del Trinity College Dublin, la Fundación Ikerbasque y la Universidad del País Vasco, entre otras.