Un nuevo estudio liderado por la Universidad de Chile reveló una interacción ecológica mucho más compleja de lo que se creía entre las aves paseriformes, como tordos, tencas y zorzales, y la Puya chilensis, una planta endémica del centro y norte del país.
LEE TAMBIÉN EN CONCIENCIA 24.7:
- Las poblaciones de aves en Francia comienzan a recuperarse tras la prohibición de neonicotinoides
- Seis nuevas áreas protegidas en Atacama: Chile avanza en la Red de Salares
- Encuentran primera larva de pez hielo fuera de la Antártica en Bahía Inútil
La investigación, encabezada por la bióloga ambiental Natalia Ugas, demuestra que estas aves modifican su comportamiento de forrajeo en respuesta a los ápices estériles de la inflorescencia de la puya, estructuras que podrían haber surgido como adaptaciones evolutivas para facilitar su alimentación.

Aves que polinizan sin volar suspendidas
Aunque muchas aves se alimentan del néctar de diversas flores y ayudan a su polinización, un proceso conocido como ornitofilia, no todas pueden hacerlo del mismo modo. A diferencia de los picaflores, las aves paseriformes no se alimentan en vuelo: necesitan posarse sobre una estructura firme. La Puya chilensis, gracias a sus flores modificadas o ápices estériles, les ofrece el soporte necesario.
“Puya chilensis produce un néctar que atrae especialmente a aves paseriformes. Como estas aves necesitan posarse para alimentarse, los ápices estériles podrían haber surgido como una adaptación que facilita esa interacción”, explica Ugas. En contraste, otras especies del género Puya que carecen de estas estructuras son visitadas principalmente por picaflores, que pueden alimentarse suspendidos en el aire.
Un experimento clave en la Región de Coquimbo
El estudio, realizado junto a la investigadora Pilar Guerrero y el académico Rodrigo Medel, se llevó a cabo en la Región de Coquimbo, donde crece naturalmente la especie. Allí, los investigadores compararon plantas con y sin ápices, bajo las mismas condiciones ambientales. El resultado fue claro: las aves prefirieron consistentemente las puyas que conservaban sus estructuras estériles. Esta preferencia sugiere que los ápices no son un simple rasgo ornamental, sino un factor determinante en la ecología de la polinización en Chile central.
Sequía y cambio climático: un desafío para aves y plantas
La Región de Coquimbo enfrenta una severa crisis hídrica. A inicios de 2024, siete embalses estaban bajo el 20% de su capacidad, reflejo del impacto del cambio climático y la disminución de las precipitaciones.
Según la investigación, la sequía podría influir en:
- la abundancia de aves en la zona de estudio,
- el aumento de visitas a la Puya chilensis ante la escasez de otras fuentes de agua,
- la importancia del néctar como recurso clave para la hidratación y la supervivencia.
Ugas agrega que, aunque estos fenómenos suelen estudiarse a gran escala, es fundamental entender el impacto en especies endémicas que cumplen roles ecológicos cruciales.

Una planta clave para el ecosistema
La Puya chilensis, además de alimentar aves, crea un microhábitat en la base de la planta que sirve como refugio para diversos animales endémicos del país. También mantiene una relación altamente especializada con la mariposa del chagual (Castnia eudesmia), cuyo ciclo de vida completo ocurre en esta planta.
“Comprender qué sucede con la puya implica también entender qué pasa con muchos organismos asociados a ella”, enfatiza la investigadora. La investigación destaca así la relevancia de estos estudios de campo para comprender la interdependencia de las especies en los ecosistemas chilenos.