Otro tropiezo espacial: el cohete Starship 36 de SpaceX explotó este miércoles 18 de junio por la noche durante una prueba de rutina en Texas, marcando un nuevo revés para la ambiciosa cruzada de Elon Musk por llevar a la humanidad al planeta rojo.
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La gigantesca nave, parte fundamental del programa Starship, sufrió una “fallida catastrófica” durante una prueba estática de fuego en la base Starbase, ubicada cerca de la frontera con México, según informó la Oficina de Manejo de Emergencias del Condado de Cameron. Un video difundido por las autoridades locales mostró el instante exacto en que el cohete, acoplado al brazo de lanzamiento, estalló en una gran bola de fuego.
¿Qué ocurrió exactamente?
Según detalló SpaceX, el Starship 36 se encontraba preparándose para su décimo vuelo de prueba cuando experimentó una “anomalía mayor” mientras permanecía anclado al suelo, lo que impidió cualquier despegue.
On Wednesday, June 18 at approximately 11 p.m. CT, the Starship preparing for the tenth flight test experienced a major anomaly while on a test stand at Starbase. A safety clear area around the site was maintained throughout the operation and all personnel are safe and accounted…
— SpaceX (@SpaceX) June 19, 2025
Afortunadamente, la compañía aseguró que no hubo heridos, que se mantuvo una zona segura alrededor del lugar y que no existe riesgo para las comunidades cercanas.
Este tipo de pruebas, llamadas “static fire”; forman parte del protocolo previo al lanzamiento. En ellas, se encienden los motores del cohete sin despegar, con el objetivo de evaluar su rendimiento bajo condiciones controladas.
La nave más grande del mundo... vuelve a fallar
Con 123 metros de altura, Starship es el cohete más grande y potente jamás construido. Está diseñado para ser completamente reutilizable y transportar hasta 150 toneladas de carga, una pieza clave en la visión de Musk de colonizar Marte.
Sin embargo, los problemas persisten. En mayo, otro prototipo de Starship explotó sobre el Océano Índico, tras fallar en su reingreso. Y los dos lanzamientos anteriores también terminaron con la desintegración de la etapa superior en el Caribe.
Pese a estos incidentes, SpaceX mantiene su filosofía de “fallar rápido, aprender rápido”, una estrategia que le ha permitido liderar el mercado del vuelo espacial comercial.
La apuesta sigue en pie
A pesar del revés, Musk no frena su impulso. Su empresa ya logró, en varias ocasiones, atrapar el Super Heavy booster con los gigantescos brazos robóticos de la torre de lanzamiento, una maniobra compleja, pero esencial para lograr la reutilización total de la nave y reducir los costos.
Además, la NASA ha incrementado su dependencia de SpaceX. Actualmente, la cápsula Dragon transporta astronautas hacia y desde la Estación Espacial Internacional.
Incluso, en mayo pasado, la Administración Federal de Aviación de EE.UU. (FAA) autorizó un aumento significativo en la frecuencia de lanzamientos de Starship: de 5 a 25 por año, afirmando que el impacto ambiental sería mínimo, pese a las críticas de grupos ecologistas por posibles daños a especies como tortugas marinas y aves costeras.
¿Un tropiezo más o el inicio de algo grande?
Aunque la explosión del Starship 36 representa otro traspié, no es suficiente para frenar el optimismo de Musk ni el avance de SpaceX. La historia de los viajes espaciales está plagada de fracasos que abrieron camino a los grandes éxitos. Y, al parecer, Starship, con todo y sus explosiones; sigue apuntando hacia Marte.