La Fiscalía Sur desarticuló una nueva organización criminal de la mafia china que operaba en Santiago y la Región de O’Higgins, dedicada al tráfico de drogas y al manejo de casinos ilegales, rotulada como “operación éxtasis”.
Según la indagatoria, el grupo delictivo era liderado por Weimin Xiao, quien gozaba del beneficio de la libertad vigilada, luego de ser condenado a tres años por tenencia de arma prohibida y 541 días por tráfico de drogas, en el primer proceso iniciado en 2020 en contra de la Bang de Fujian, la banda china más extendida en Chile y cuyo giro era la plantación de marihuana indoor.
En otras palabras, es un reincidente.
De acuerdo con la revisión hecha a varias carpetas de investigación obtenidas por Informe Especial, Xiao fue detenido el pasado 31 de enero junto a Jin Xinfu y Haifen Xu, quienes además mantenían visas de Estados Unidos en sus pasaportes asiáticos. A los anteriores se sumaron dos chilenos y una venezolana.
Las diligencias dirigidas por el fiscal Yans Escobar —y que llevó adelante la PDI—, se ejecutaron en distintos puntos de la Región Metropolitana, incluyendo La Cisterna, San Miguel y Paine; además de San Vicente de Tagua Tagua, en la Región de O’Higgins, donde se incautaron drogas, armas y se detectaron intentos para desarrollar el mercado prostibulario.
Este caso, hasta ahora, se había mantenido en estricta reserva, porque Xiao es solo una parte de una orgánica delictiva mayor, cuya segunda arista tramita la Fiscalía Occidente, a cargo del persecutor Daniel Contreras.
En esta última indagatoria operan otros dos sujetos que —al igual que Xiao— fueron condenados con penas de cumplimiento extrapenitenciario, pese a que se acreditó su participación en el delito de narcotráfico con la banda Bang de Fujian. Se trata de Shuchun Zhang y Jianliang Sun.
En la investigación a cargo de Contreras existen hasta ahora ocho chinos formalizados por tráfico y tenencia de arma de fuego, vinculados a orgánicas delictivas transnacionales que recibían drogas en encomiendas enviadas desde España, Holanda, Italia y México. Quien aparece dando las órdenes es precisamente Shuchun Zhang. En tanto, Jianliang Sun coordinaba directamente vía WhatsApp la compra de metanfetamina con un proveedor del país azteca.
Una vez más, en esta historia confluyen domicilios, casinos ilegales, un mall chino ubicado en la zona sur de Santiago y un local destinado a recibir drogas y torturar a un chino secuestrado por sus connacionales. Todos entremezclados a la sombra del dragón.
Placa madre
Al momento de su arresto —en el marco de la investigación de la Fiscalía Sur—, Xiao mantenía dos domicilios en San Vicente de Tagua Tagua. En uno de ellos se incautaron varios tipos de drogas: cocaína, ketamina y tramadol, este último un potente opioide sintético usado médicamente para mitigar el dolor.
Según la indagatoria, los tres elementos eran mezclados para la venta de un solo producto.
En el segundo inmueble se confiscaron monedas de $50; $100; $500; billetes de $1.000, $5.000 y $10.000 —además de moneda extranjera de baja denominación— provenientes de una sala de juegos ilegal que funcionaba en la misma comuna, a metros de la municipalidad. Es decir, a vista y paciencia de la autoridad.
En el letrero pintado en la puerta de entrada, el local lucía un nombre leguminoso: Habichuela.
Pero la investigación constató que Xiao no regentaba solo un negocio; también controlaba un casino ilegal en Alameda 3487, Estación Central. En ese lugar operaban 56 máquinas tragamonedas, cuyas tarjetas madre fueron incautadas por los detectives para desactivar su funcionamiento.
En la misma línea, se estableció un vínculo con un restorán chino ubicado a metros del terminal ferroviario de la misma comuna y una parcela en Paine, donde se encontraron plantas de marihuana y armas.
Gran avenida
El día en que apresaron a Xiao también cayeron Jin Xinfu y Haifen Xu, una pareja de asiáticos que vivía en un casino ilegal ubicado en Avenida José Miguel Carrera 6419, en La Cisterna. De acuerdo con la Fiscalía, él y ella también se dedicaban al tráfico de droga, aunque en pequeñas cantidades. En el local funcionaba otro casino —según estableció la PDI—, donde además de las sustancias encontraron $12 millones en efectivo.
Ese lugar se convertiría rápidamente en un nexo clave entre ambas investigaciones.
Junto a todos los anteriores, también fue aprehendida la venezolana Jenderlyn Romero por tráfico de drogas, en compañía de los chilenos Nicolás González y José Pino Cruz, quienes portaban armas ilegales y cultivaban marihuana.
El 4 de febrero de este 2025 fueron formalizados y solo Xiao quedó en prisión preventiva por orden del Undécimo Juzgado de Garantía de San Miguel.
Sin embargo, a mediados de año el Ministerio Público Sur accedió a realizar un juicio abreviado, por lo que Romero fue condenada a 541 días de pena remitida más una multa. En tanto, a González y Pino les recayó una sanción penal de 620 días por el porte ilegal de arma y cultivo ilegal de cannabis, pero están cumpliendo el dictamen en libertad.
En agosto pasado, en tanto, el persecutor Yans Escobar presentó la acusación en contra de los tres principales imputados: Jin Xinfu, Haifen Xu y Wenmin Xiao. Para los dos primeros solicitó tres años, porque se trata de tráfico de drogas en bajas cantidades, mientras que para Xiao 10 años y un día.
El caso está en manos del Sexto Tribunal Oral de Santiago y Xiao carece de irreprochable conducta anterior. De allí que su situación procesal indica que cumplirá cualquier sanción tras las rejas.
“Muchomoney”
La investigación que desmanteló a la organización liderada por Xiao comenzó el 16 de agosto de 2024 por una información obtenida por la PDI de San Vicente de Tagua Tagua.
Los datos indicaban que un chino apodado “Ady” (Wenmin Xiao), junto a su pareja chilena y otros dos sujetos provenientes del gigante asiático, llamados Xiaoli Lin (Miguel) y Yanfan Zheng, se dedicaban al narcotráfico.
En la base de datos de la policía civil apareció de inmediato un resultado: Wenmin Xiao, quien había sido condenado en el primer caso contra la Bang de Fujian de 2020 y, pese a estar bajo libertad vigilada, siguió traficando.
Xiao no era cualquier criminal chino. En 2020, mientras la policía civil interceptaba el teléfono de un narco de La Pintana, apareció una voz con acento oriental, algo inédito por ese entonces. Fue así como, de la mano de Xiao, la Bang de Fujian hizo su aparición en Chile.
Con esos antecedentes, los detectives comenzaron el seguimiento, vigilancia e interceptaciones telefónicas a Xiao y su pareja, autorizadas judicialmente, previa solicitud de la Fiscalía Sur.
Así, con el paso de los días, descubrieron que Xiao controlaba una casa de juegos ilegal en Alameda 3487 y pretendía contratar a trabajadoras sexuales y así ampliar el giro en un departamento que arrendarían para tal efecto.
Al mismo tiempo, estaban prontos a instalar un casino ilegal en Ovalle. La ciudad se repite en otras investigaciones dirigidas contra la mafia china en Chile, en relación a este rubro criminal.
De esta forma —según dan cuenta las fotos captadas por la PDI—, en las afueras del recinto de Alameda la venezolana Jenderlyn Romero traficaba drogas a vista del público.
Para conocer la mecánica interna del lugar, la policía utilizó a un Agente Encubierto Revelador (AER) para que fijara con una cámara oculta la distribución y quiénes fungían como trabajadores en dicho establecimiento; y de paso que el infiltrado probara suerte en las máquinas electrónicas para no despertar sospechas.
El AER descubrió que, cuando un cliente se quedaba sin efectivo, la solución era fácil: transfería a una cuenta vista y de inmediato le entregaban ese dinero al contado.
Para que no tuvieran que salir del recinto y que el juego no parara, el locatario actuaba como una especie de cajero automático.
De ese modo, el investigador comprobó que el destinatario del dinero era Jiguo Lin, quien figura en el sistema comercial con cuatro sociedades desde 2019 a la fecha. La última fue Muchomoney SpA.
Su identidad lo cambió todo, porque, según la investigación, el sujeto aparecía ligado a encomiendas con drogas de diseño enviadas a Chile desde Europa. Una de ellas estaba dirigida precisamente a Alameda 3487, la dirección del casino ilegal. Entonces, las piezas del puzzle comenzaron a encajar.
Sellos rotos
Cuando la PDI junto con la Fiscalía Sur analizaron las transferencias bancarias realizadas por Weinmin Xiao, (el reincidente de la Bang de Fujian) estas lo relacionaban con Shuchun Zheng y el tráfico de drogas, según detalla la carpeta de investigación.
En dicha revisión acreditaron que algunos pagos y envíos de Xiao llegaron hasta Miniprecio Limitada, cuyo giro —de acuerdo a la constitución de la sociedad— era la venta de ropa, juguetes y medicamentos.
Dicha empresa, según los registros oficiales, en ese entonces tenía tres socios: Quingshan Yang, Shiyong Dong y Junwei Yin. Este último registra antecedentes por soborno a un funcionario público, rotura de sellos, lotería ilegal y contrabando. Asimismo, destaca como un hombre de alto perfil en el entramado social chino en Chile.
La dirección de Miniprecio es Avenida José Miguel Carrera 6419, en La Cisterna, precisamente donde el 31 de enero de 2025 fueron detenidos Jin Xinfu y Haifen Xu. Estos dos son pareja y, curiosamente, en los registros entraron oficialmente a la propiedad de Miniprecio una vez que ya estaban detenidos, el 3 de febrero.
En tanto, el casino que controlaba Xiao en Alameda 3487 hasta el momento de su aprehensión, también figura en una querella interpuesta en 2019 por la Municipalidad de Estación Central por destrucción de sellos de clausura.
El mismo local, de acuerdo con el libelo, era administrado a esa fecha por Xixin Ye.
En la mentada acción legal, la casa edilicia también imputaba el mismo delito a Ping Lin, cuya casa de juegos funcionaba en Alameda 4181, a pocas cuadras de Xiao. Casualmente, ahí registraron domicilio también dos sociedades de Jiguo Lin, el dueño de Muchomoney SpA y quien facilitaba su cuenta como “cajero automático” en uno de los locales de tragamonedas investigados.
Tal como reveló en su momento Informe Especial, Ping Lin participaba de una organización criminal dedicada a la trata de personas con fines de explotación sexual, traídas desde China y Vietnam.
Ping Lin fue detenido en junio de 2024 junto a Yangian Mao y el venezolano Daniel Cona, actualmente acusados por la Fiscalía Centro Norte por los delitos anteriores, como también por tenencia de armas —entre ellas una subametralladora argentina— y tráfico de drogas.
Según consta en dicho expediente, Ping Lin dedicaba una parte de su presupuesto al pago de seguridad, proporcionada por 11 detectives activos y también carabineros.
Con todo, los PDI se encuentran suspendidos y sumariados, mientras que los dos chinos y el venezolano enfrentan por estos días un juicio oral donde arriesgan altas penas de cárcel.
El barrio de la mafia
Volviendo al caso que tramita la Fiscalía Occidente, a cargo del fiscal Contreras, Shuchun Zheng y Jianliang Sun (apuntados como compañeros de crimen de Wenmin Xiao) son sindicados como piezas clave de un tinglado transnacional de drogas traídas a Chile desde Europa y México vía aérea.
Esta indagatoria se inició con un hecho relacionado el 23 de julio de 2024, con la detención de Wen Chen, que recibió un paquete que venía a nombre de Qiubin Chen.
Su arresto se gestó gracias a una encomienda proveniente desde un domicilio residencial en pleno centro de La Haya, en Holanda —y detectada por Aduanas— con casi un kilo de ketamina introducida en dos cajas de lápices de colores.
En ese momento se trataba de uno de los primeros casos que vinculaba al crimen organizado chino con esta práctica, lo que indicaba un testeo de nuevas rutas de tráfico de drogas de diseño.
Ese día, a Wen Chen le tendieron una trampa con una entrega controlada. Un agente encubierto, caracterizado como repartidor de Correos Chile, llevó el paquete a su destino, en Bascuñán Guerrero 490. El detenido, para recibir el envío, le mostró en su teléfono una foto del pasaporte de Qiubin Chen y dijo que él se iba a hacer responsable.
Firmó el recibo y, de paso, selló su captura.
Y si bien no colaboró en la investigación, sí lo hicieron los celulares que guardaba en dos de sus departamentos ubicados prácticamente en la misma manzana: Toesca 2802 y Gorbea 2707, donde se le incautó más droga, armas y municiones.
Geográficamente, los domicilios se ubican en la zona de influencia comercial china del Barrio Meiggs.
Distintos departamentos en ambas direcciones figuran en una serie de indagatorias del Ministerio Público en la Región Metropolitana, vinculadas a delitos de trata de personas con fines de explotación sexual, narcotráfico, armas, tráfico de migrantes e incluso sicariato.
Actualmente, Wen Chen se encuentra acusado y a la espera del juicio oral donde podría enfrentar una pena de 11 años de presidio por los ilícitos mencionados.
Secuestro y tortura
Por su parte, a medida que la investigación avanzó, Shuchun Zheng comenzó a tomar protagonismo y en los mensajes incautados quedó claro que algo grande se venía.
Un indicio concreto de aquello fue una encomienda, enviada a Chile en agosto de 2024 desde Wassenaar, también en Holanda; un acomodado municipio costero ubicado a minutos de La Haya.
El paquete iba dirigido a una tienda china ubicada en José Joaquín Pérez 8451, Pudahuel, en cuyo letrero se leía: “Pequeños electrodomésticos, necesidades diarias, juguetes, barato (sic), dio (sic) la bienvenida a sus clientes”.

En ese marco, la investigación acreditó que quien gestionó el uso de la dirección para la llegada de drogas vía aérea, y que además contactó a otros chinos para lograrlo, fue precisamente Shuchun Zheng. Y un número de celular comenzó a repetirse.
De acuerdo con la versión de la Brigada de Operaciones Policiales Especiales (BIPE) de la PDI, el local también funcionó como sitio de cautiverio a un connacional torturado y secuestrado por sus pares.
Hasta ahora, este mecanismo no había sido detectado en la mafia china que delinque en suelo nacional; más bien corresponde a una práctica de sus pares que operan en Argentina y Brasil, las bases regionales más importantes de la criminalidad del gigante asiático.
Siguiendo la hebra, en Pudahuel quien debía recibir la encomienda era Hang Wie, pero en la base de datos de la policía no se encontraron registros sobre él.
Sin embargo, el teléfono de contacto que venía impreso desde Holanda salvó la situación. Así apareció en escena Haisan Cai, quien registraba un domicilio en Avenida José Miguel Carrera 6844, La Cisterna, donde funciona un mall chino que, literalmente, está pegado a un recinto de Carabineros.
Meses más tarde, esa dirección fue un eje central para desmantelar la red.
“Dura Mall”
En el camino, los investigadores detectaron otra encomienda, esta vez enviada desde el distrito de Usera, más conocido como el Chinatown de Madrid, en España. El paquete iba dirigido a la calle Abate Molina 590 y tenía como destinatario a Hongfeng Wei.
El 14 de enero de 2025, la PDI llegó al domicilio y tomó contacto con el teléfono indicado en la encomienda, el mismo que figuraba en el caso de José Joaquín Pérez 8451, en Pudahuel.
Un agente encubierto se hizo pasar por un empleado de correos y le indicó que venían a entregarle el paquete.
A los pocos minutos apareció un sujeto identificado como Jiangxi Huang, quien se bajó de una camioneta DongFeng de alta gama, perteneciente a la importadora Jin Yuan, donde uno de los socios es Haisan Cai.
Al ser detenido, Jianxi Huang accedió a que le revisaran su celular y se estableció que mantenía contacto con Haisan Cai.
Acto seguido, Jianxi Huang decidió colaborar con la indagatoria de la Fiscalía Occidente y explicó a los detectives que en la calle Combarbalá 510, en La Granja, un grupo de chinos retiraría la droga horas más tarde.
El equipo policial se desplazó hacia el lugar y descubrieron el “Dura Mall”, un strip center de gran tamaño, donde funcionan locales de comida, lavado de autos, entre otros.
En el mismo recinto había un casino ilegal, operado por el propio Jianxi Huang, donde se decomisaron dos pistolas 9 milímetros, municiones, cocaína y dinero en efectivo.
Según la PDI, pasadas las 15:00 horas de ese 14 de enero, Jianxi Huang recibió un llamado y a los pocos minutos arribó un vehículo utilitario Peugeot Partner, propiedad de Comercial For Yu Limitada, cuyos socios hasta ahí no estaban en el radar de la PDI. No obstante, según pudo chequear Informe Especial, uno de los dueños está vinculado a un comerciante asiático de alto nivel.
Del vehículo descendió Zhiqin Huang, quien se encontraba en situación irregular en el país y mantenía comunicación estrecha con Shuchun Zheng (sindicado como el coordinador de las narcoencomiendas).
Quien lo acompañaba al volante era Jianliang Sun, el mismo que había sido condenado a cumplir pena en libertad junto a Wenmin Xiao por su rol en la Bang de Fujian, la prominente mafia china detectada en Chile por primera vez en 2020.
Jianliang Sun y Zhiqin Huang fueron llevados al departamento donde residían en Avenida Lo Ovalle 755, en San Miguel. Sin embargo, no encontraron evidencias de interés.
Puente latinoamericano
Actualmente, en la base de datos del Servicio de Impuestos Internos (SII), el centro comercial de Combarbalá 510, en La Granja, registra una tasación fiscal de $408 millones. Aunque sólo lo considera un sitio eriazo de 4.199 metros cuadrados, sin ninguna construcción asociada, pese a que es evidente que el lugar hoy cuenta con amplias instalaciones.
No obstante, un informe de tasación obtenido por IE mediante HousePricing, una herramienta que ayuda a estimar el valor comercial de una propiedad, determinó que el precio estimado de dicho predio actualmente llega a 41.156 UF, unos $1.631 millones.
De acuerdo con los registros del Conservador de Bienes Raíces, el paño fue adquirido en febrero de 2019 en 29.695 UF, $817 millones en ese entonces. No obstante, en la documentación no hay indicios que permitan identificar con claridad a los propietarios.
En todo caso, la indagatoria sí arrojó una coincidencia relevante: una encomienda con droga enviada desde Prato —al noroeste de Florencia, en Italia— llegó a suelo nacional a nombre de Jide Xie. Se trata precisamente del dueño de la sociedad “Dura Mall”, domiciliada en calle Combarbalá.
Al margen del flujo europeo, una revisión más profunda del celular de Jianxi Huang arrojó una conversación de WhatsApp con un contacto registrado bajo el mote de “segundo a cargo”, con prefijo brasilero.
Los investigadores escucharon una serie de audios donde un sujeto con acento mexicano le indicaba que en los próximos días llegaría a Chile un “equipo sanitizador de calzado”, proveniente de Jalisco, México, donde coincidentemente opera el Cártel Jalisco Nueva Generación, uno de los más sangrientos de ese país.
La dirección de entrega era una vez más el “Dura Mall”, donde Jianxi Huang regentaba un casino ilegal.
El remitente del envío se identificó como Eduardo Gaona Hernández, que para el trámite dejó la copia de su pasaporte. Curiosamente, la dirección mexicana del expedidor, refiere a un centro comercial similar al chileno detectado por la PDI en La Granja.
Otro contacto que fue identificado en el mismo teléfono era el “mexicano osca”, con quien Jiangxi Huang conversó los pormenores del retiro y valor de la droga que contenía el aparato.
—Yo te lo dejo en seis millones —le escribió “osca” durante una negociación.
Cuando la máquina en cuestión fue incautada el 14 de enero de 2025, en su interior los investigadores hallaron 5,7 kilos de metanfetamina de alta pureza.
Una de las conclusiones de la policía sobre este último embarque es que estaba destinado a la Avenida José Miguel Carrera 6419, donde cayeron los cómplices de Wenmin Xiao. Sin embargo, creen que —sobre todo— se trataría de un centro de acopio de armas y drogas de Shuchun Zheng.
Adicionalmente, la información obtenida de los whatsapp de Jianxi Huang permitió que el 23 de enero fueran detenidos Haisan Cai, Guoquing Cai y We Hui Zheng por otra encomienda que contenía casi medio kilo de ketamina, también proveniente de Europa.
Chinatown Chile
Los casos mencionados hasta ahora dan cuenta que la mafia china ha expandido sus tentáculos en Chile.
De acuerdo con el primer reportaje de la saga “A la sombra del dragón”, publicado por Informe Especial, en el Barrio Meiggs un grupo de empresarios pretende levantar un centro cultural, que también contempla espacios comerciales.
A cargo del proyecto está Zhengbo Xu (Luis, como se hace llamar en este lado del mundo), quien creó en 2019 —junto a los connacionales Chen Chen y Jianfeng Xu— la Corporación para el Desarrollo de la Cultura China en Chile. La entidad fue inscrita en la Municipalidad de Santiago como una institución “sin fines de lucro” que puede acceder a importantes beneficios tributarios.
Mediante esa estructura legal concretaron la compra de un terreno por 21 millones de dólares (poco más de $20.300 millones), ubicado entre San Alfonso, Grajales y Bascuñán Guerrero, en pleno corazón de Meiggs.
El negocio nada tendría de anómalo, pero entre las empresas aportantes figuran algunas vinculadas por distintas indagatorias judiciales a la mafia china, cuyos rastros constan en un sinnúmero de carpetas de investigación.
Entre ellas, por supuesto, asoma la Bang de Fujian.
Más aún, en base a esta nueva trama investigada y ligada a envíos de drogas en encomiendas, se desprenden nuevas conexiones y coincidencias.
Junwei Yin, uno de los dueños de Miniprecio —a cuya empresa llegaron varios de los paquetes investigados—, es vicepresidente de la asociación de comerciantes de Qingtian-Lishui en Chile. Esa entidad la dirige precisamente Zhengbo Xu, el principal impulsor del Chinatown en Meiggs.
De paso, Junwei Yin también registra sociedades con domicilio en el Mall Parma, en San Alfonso 299, donde funciona la oficina central de Zhengbo Xu. Y como guinda de la torta, la principal señal de influencia de Junwei Yin consta ni más ni menos en el pórtico del barrio chino instalado el año pasado en San Alfonso con Grajales: en una de las columnas del portal, bajo los icónicos leones de Fu, su nombre figura —a la cabeza del listado— entre los comerciantes que aportaron para su construcción.
En chino, con letras doradas y fondo rojo, además de destacarlo a él, se menciona también su ciudad de origen.
“Junwei Yin y su familia. Qingtian, Zhejiang”.
No se trata de un detalle cualquiera, pues en el entramado social chino este tipo de aportes son una de las principales formas de obtener mianzi, concepto que en su cultura alude a la acumulación de capital simbólico en favor de la dignidad y prestigio de una persona.
Droga, juegos y prostitución
Por su lado, Qiubin Chen, destinatario de una de las encomiendas con droga, también aparece con conexiones relevantes.
Por ejemplo, es dueño de Restaurante Chino Limitada, domiciliado en Abate Molina 218. En su momento, según consta en una de las tantas investigaciones de la PDI, una denunciante señaló que allí operaba el “Xinhua KTV”, en cuyo recinto —dijo— se ofrecían prostitutas y drogas.

La propietaria de esa casona es la empresaria Jin Li, que en el mismo sitio registró sociedades, principalmente dedicadas a la venta de fuegos artificiales, con la cual trabajó de la mano con la corporación de Zhengbo Xu, entidad que ejecutó el bullado pago de US$21 millones para el megaproyecto en Meiggs.
Otra de las sociedades de Qiubin Chen, Hongrong Trading Limitada, registra domicilio en Alameda 4050, oficina 513, exactamente la misma dirección que Fares Limitada, aportante en la millonaria compra del terreno para el megaproyecto en Meiggs.
Más aún, uno de los dueños de esta última empresa vive coincidentemente en un departamento en Conferencia 186, en el piso 8.
Es una dirección clave: en la causa “La mafia del dragón”, dada a conocer por IE en septiembre pasado, la principal denunciante dijo que allí, precisamente en el mismo piso 8, se encontraban (o al menos en algún minuto estuvieron alojándose) víctimas de trata de personas de nacionalidad vietnamita.
Y aunque la investigación no logró dilucidar con exactitud la vivienda en cuestión, además del inquilino dueño de Fares, en ese mismo nivel hay otros habitantes de interés: Zhengbo Xu, el líder del Chinatown Chile; y en el 806 figura Haifeng Tang, un criminal que se hizo célebre a inicios de 2025 por disparar una subametralladora desde el interior de un edificio en Toesca, quien hoy sigue preso.
El propio Qiubin Chen, destinatario de una de las encomiendas narco, también registra domicilio en el enigmático edificio de Conferencia. Aunque un piso más abajo, en el séptimo. Zhengbo Xu también tiene otro departamento en ese mismo piso, mediante una de sus tantas sociedades.
Por su parte, Comercial For Yu Limitada, la empresa cuyos socios no estaban en el radar de la PDI —y cuyo vehículo apareció en una entrega de droga—, también deja señales interesantes: entre sus dueños está Kai Yu, un comerciante que es socio de un empresario avecindado en Lo Barnechea, quien a su vez es sindicado en una investigación como jefe de la mafia china. De hecho, una de las tantas sociedades de Kai Yu está constituida precisamente en ese acomodado domicilio del sector oriente de la capital.
A su vez, uno de los principales socios de ese hombre sindicado como líder criminal, cuando acabó extraditado en 2011 a España, fue procesado y acusado de propinar una golpiza a un connacional en el distrito de Usera, en pleno Chinatown de Madrid, a metros del lugar desde donde fue enviada una de las tantas encomiendas.
Hoy por hoy, muchas de sus sociedades en Chile llevan a un domicilio en Gorbea 2707, en un departamento del piso 8. En el inmueble inmediatamente contiguo, en el 807, fue donde la PDI incautó droga, armas y municiones a Wen Chen, además de hallar máquinas tragamonedas. Todo tras capturarlo infraganti por recibir uno de los paquetes con sustancias ilícitas.
En conversación con Informe Especial, en 2023, la Policía Nacional de España explicó que esa clase de conductas son parte de las dinámicas más frecuentes entre los mafiosos de la Bang de Fujian:
—Empezamos a ver cómo estas organizaciones meten palizas a otros ciudadanos chinos. Exigen dinero a empresarios chinos —aseguró el jefe de la Brigada Central de Crimen Organizado del país ibérico— y como tienen una muy buena estructura logística para el envío de la marihuana a otros países, también se están dedicando ahora a la metanfetamina.
Coincidentemente, en toda esta historia se repiten direcciones en las calles Gorbea, Toesca y Conferencia. Varias de ellas son las mismas donde este miércoles 3 de diciembre irrumpió la PDI en el Barrio Meiggs, además de muchas otras en varias regiones del país.
Las conexiones parecen interminables. Siempre a la sombra del dragón.