Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en Chile y durante las fiestas de fin de año se registran peaks de infartos y arritmias, asociados a cambios en la alimentación, aumento del consumo de alcohol, estrés y menor actividad física.
La temporada, pese a ser un momento de celebración, también representa un periodo de alto riesgo para la salud cardiovascular, advierte el doctor Fernando Sánchez, cardiólogo de Clínica Pericardio. “Durante estas fechas se observa un aumento de arritmias y de infartos de miocardio debido a múltiples factores: cambios en la alimentación, exceso de alcohol, estrés, frío y menor actividad física”, explica.
El consumo agudo o excesivo de alcohol puede actuar como un desencadenante directo de arritmias, incluida la fibrilación auricular, conocida como el “síndrome del corazón festivo”. Incluso cantidades moderadas pueden afectar a personas sensibles, debilitando el músculo cardíaco y alterando su sistema eléctrico. A esto se suma la sobrecarga por comidas abundantes, la deshidratación, el estrés y los cambios en la actividad de iones como el calcio, que aumentan significativamente el riesgo cardiovascular.
Otro factor crítico es la demora en consultar. “Muchas personas postergan la atención médica para no interrumpir las celebraciones, pensando que los síntomas pasarán. Esto puede tener consecuencias graves o incluso irreversibles para el corazón”, advierte el Dr. Sánchez. Durante las fiestas, signos tempranos de infarto como fatiga inusual, falta de aire, mareos, dolor en cuello, mandíbula, espalda u hombros, palpitaciones o malestar general, suelen confundirse con resaca, indigestión o estrés.
Este fenómeno es especialmente relevante en mujeres, quienes con frecuencia presentan síntomas más sutiles y distintos al dolor de pecho clásico, lo que retrasa aún más el diagnóstico.
La situación se vuelve aún más preocupante si se considera que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en Chile. Según cifras del DEIS, en lo que va de 2025 casi 4.500 personas han fallecido por infartos en el país. Estudios internacionales muestran que los peaks de mortalidad cardiovascular se concentran en Navidad y Año Nuevo, especialmente durante la noche del 24 de diciembre y la madrugada del 1 de enero.
Para disfrutar de las fiestas de manera segura, el especialista recomienda moderar el consumo de alcohol, evitar excesos en grasas y sal, priorizar frutas, verduras y una adecuada hidratación, cuidar el sueño, realizar actividad física ligera y no suspender controles médicos.
“Disfrutar de la Navidad y el Año Nuevo no tiene por qué significar un riesgo para el corazón. Con planificación, moderación y atención temprana a los síntomas, es posible celebrar y proteger la salud cardiovascular”, concluye el Dr. Sánchez.