Ver una lesión en pantalla puede provocar estremecimiento, tensión o incomodidad. Aunque no sentimos el dolor físico, nuestro cerebro reacciona al ver una en la pantalla. Así lo revela un estudio publicado en la revista Nature, que propone una explicación: nuestro sistema nervioso simula internamente lo que vemos.
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Según investigadores de las universidades de Reading, Ámsterdam y Minnesota, el cerebro no sólo observa. También activa sus propios mapas táctiles, como si trasladara el dolor a nuestra piel.

Un mapa corporal dentro del cerebro
Durante años, se pensó que ciertas regiones cerebrales sólo procesaban la vista. Sin embargo, el estudio demuestra que también están organizadas según la estructura del cuerpo, igual que las áreas encargadas del tacto.
“Cuando ves a alguien sufrir daño o recibir cosquillas, se activan las áreas del cerebro asociadas al tacto en un patrón que coincide con la parte del cuerpo afectada”, explica Nicholas Hedger, autor principal del estudio.
Esto es posible gracias a un mecanismo donde el cerebro mapea en nuestro propio cuerpo lo que observamos, simulando la sensación sin necesidad de estímulo físico.
Tacto y visión trabajan juntos
Para llegar a estos resultados, el equipo analizó la actividad cerebral de 174 personas mientras miraban películas como Inception. Así demostraron que las regiones visuales del cerebro pueden reflejar sensaciones corporales. El trabajo revela dos formas clave en que el cerebro alinea tacto y visión:
- En regiones dorsales, los mapas se activan según la ubicación en el campo visual.
- En regiones ventrales, lo hacen según la parte del cuerpo observada, sin importar dónde aparece en la escena.
Esto demuestra que los mapas táctiles del cuerpo están integrados en nuestro sistema visual.

Un hallazgo con aplicación clínica
Este descubrimiento puede tener impacto en el estudio de trastornos sensoriales y neurodiversidad, como el autismo.
“Simular internamente lo que vemos podría ayudarnos a comprender las experiencias de los demás, y este proceso funciona distinto en algunas personas”, señala Hedger.
Además, plantea nuevas formas de diagnóstico sensorial menos invasivas: sólo mirando una película.