Por décadas la materia oscura ha sido uno de los mayores enigmas de la ciencia. Se cree que constituye el 27% del universo, pero nunca se había observado directamente. Eso podría cambiar: un nuevo estudio publicado en la Journal of Cosmology and Astroparticle Physics asegura haber detectado una señal compatible con su presencia en la Vía Láctea.
LEE TAMBIÉN EN CONCIENCIA 24.7:
- Cantantes famosos viven casi cinco años menos que artistas sin fama, revela estudio
- ¿Pueden las palomas detectar campos magnéticos?
- La ciencia revela por qué ver dolor en películas activa mapas táctiles en el cerebro
El trabajo fue liderado por el astrofísico Tomonori Totani, de la Universidad de Tokio, quien analizó datos del Fermi Gamma-ray Space Telescope de la NASA. El equipo detectó un patrón de rayos gamma que coincide con la forma del halo de materia oscura que rodearía el centro galáctico.
Según Totani, el hallazgo “podría ser un avance crucial para entender la naturaleza de la materia oscura”. Los rayos gamma observados encajan con modelos teóricos que sugieren que esta sustancia estaría compuesta por partículas llamadas WIMPs, más pesadas que los protones y capaces de generar radiación al colisionar entre sí.
El gran desafío científico
La hipótesis se suma a casi un siglo de búsqueda. La idea de materia oscura surgió en los años 30, cuando el astrónomo suizo Fritz Zwicky observó galaxias girando demasiado rápido para su masa visible. Desde entonces, detectores en la Tierra, satélites espaciales e incluso el Gran Colisionador de Hadrones han intentado encontrar respuestas, sin éxito.
Si el estudio es correcto, Totani estima que las partículas responsables serían 500 veces más masivas que un protón. Sin embargo, la comunidad científica continúa cautelosa.
El astrofísico Justin Read, de la Universidad de Surrey, advierte que la ausencia de señales similares en otras galaxias enanas dificulta confirmar el descubrimiento. Mientras que el teórico Kinwah Wu, de la University College London, también pide prudencia: “Necesitamos evidencia extraordinaria para un reclamo extraordinario”.
¿Revolución o falsa alarma?
La confirmación dependerá de encontrar señales idénticas en otras regiones del universo. Si ocurre, sería el primer registro directo del componente invisible que estructura al cosmos. Hasta entonces, este posible hallazgo alimenta la esperanza de resolver uno de los mayores misterios de la física moderna.