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Innovación y Emprendimiento

Crean en Chile biotecnología de bajo costo para democratizar la ciencia

Investigadores de iBio desarrollan reactivos y equipos científicos accesibles para escuelas y laboratorios, fomentando ciencia libre y descentralizada.

Investigadores chilenos del iBio usando equipos científicos portátiles en una escuela rural.

Vicente Barraza

- TVN

Miércoles 28 de mayo de 2025

¿Se puede hacer ciencia de punta sin costosos equipos importados? En Chile, la respuesta es sí. Un grupo de investigadores del Instituto Milenio de Biología Integrativa (iBio) está demostrando que es posible desarrollar reactivos biológicos y equipos científicos de bajo costo, ideales para colegios y laboratorios en zonas remotas. ¿La clave? La colaboración, el uso de tecnología abierta y la convicción de que la ciencia debe estar al alcance de todos.

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“Buscamos que hacer biotecnología no dependa de tener un laboratorio de última generación en Santiago ni de importar productos desde Estados Unidos”, explica la investigadora Séverine Cazaux, del iBio.

Biotecnología sin fronteras (ni células)

Uno de los principales avances del equipo ha sido el desarrollo de reactivos “cell-free”, es decir, libres de células vivas. Este enfoque permite extraer los componentes activos de las células y conservarlos como si fueran una “sopa instantánea” lista para usarse en terreno, sin los riesgos ni las complicaciones del uso de organismos vivos.

“Este ‘jugo celular’ funciona como una fábrica biológica portátil y segura. Se puede transportar fácilmente, incluso tras vuelos o viajes largos por carretera”, comenta Cazaux.

Con esta tecnología ya han producido reactivos para pruebas como PCR y LAMP, usadas incluso en entornos sin laboratorios tradicionales.

Equipos accesibles y código abierto

Además, el equipo ha diseñado e integrado equipos científicos portátiles y de bajo costo, como termocicladores, incubadoras y colorímetros, desarrollados en colaboración con una red internacional. Esto ha permitido a profesores de regiones como Magallanes y Los Ríos realizar experimentos de biología molecular con sus estudiantes.

Ciencia abierta que cruza fronteras

La iniciativa forma parte de la red Reclone, cofundada por los científicos Fernán Federici y Jenny Molloy durante la pandemia. Hoy, más de 500 laboratorios en 50 países utilizan sus protocolos y materiales, reconocidos por la Chan Zuckerberg Initiative y destacados en la revista Science.

“Con creatividad y ciencia abierta, estamos demostrando que es posible hacer biotecnología de calidad en cualquier parte del país”, concluye Cazaux.

Inspirar desde el aula

El equipo de iBio seguirá ampliando esta red y adaptando sus tecnologías a nuevas necesidades educativas y científicas, con un objetivo claro: democratizar el acceso al conocimiento científico y formar nuevas generaciones de investigadores en terreno.