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Sostenibilidad

Chile registra mejoras históricas en la calidad del aire, pero persisten brechas territoriales

Nuevo estudio revela 30 años de mejoras históricas en la calidad del aire en Chile, aunque el sur y zonas industriales aún presentan altos niveles de contaminación.

Imagen de Santiago de Chile con buena calidad de aire.

Vicente Barraza

- TVN

Lunes 24 de noviembre de 2025

Un nuevo estudio publicado en la revista internacional Atmosphere entregó la radiografía más completa realizada hasta ahora sobre la calidad del aire en Chile, analizando más de 30 años de datos del sistema nacional de monitoreo. Los resultados son claros: el país ha logrado mejoras históricas en contaminación atmosférica, especialmente en PM2.5 y SO₂, pero aún enfrenta desafíos importantes en el sur y en zonas industriales del norte y centro.

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El trabajo, titulado Current Status, Trends, and Future Directions in Chilean Air Quality: A Data-Driven Perspective, fue desarrollado por investigadores de la Universidad de Chile, el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2), el Ministerio del Medio Ambiente y la Universidad del Desarrollo (UDD), en el marco de los proyectos FONDECYT Regular N.º 1221951 y N.º 1241485.

Un análisis sin precedentes: 30 años y 180 millones de datos

La investigación sistematizó 180 millones de registros horarios provenientes de 191 estaciones del Sistema Nacional de Calidad del Aire (SINCA), convirtiéndose en el primer análisis exhaustivo a nivel nacional que abarca todas las macrozonas y cinco contaminantes clave: PM2.5, PM10, dióxido de azufre (SO₂), dióxido de nitrógeno (NO₂) y ozono (O₃).

Aquí ha mejorado la calidad del aire a lo largo de los años y la única forma de verificar eso es con información y monitoreo”, afirma el académico Manuel A. Leiva, uno de los autores del estudio.

Entre los principales resultados destacan:

  • Santiago redujo casi 40% sus concentraciones máximas de PM2.5 desde comienzos de los 2000.
  • El SO₂ disminuyó de manera importante en Huasco y Quintero-Puchuncaví.
  • El ozono muestra tendencias mixtas, con alzas en algunas regiones asociadas a fenómenos meteorológicos.

El sur sigue siendo el punto crítico: la leña y sus efectos

El estudio confirma que las brechas territoriales persisten con fuerza. En el sur, el uso intensivo de leña continúa siendo la principal fuente de material particulado fino (PM2.5).

No es un problema que se resuelva solo con tecnología”, señala Kevin Basoa, investigador del CR2 y profesional de la División de Cambio Climático del Ministerio del Medio Ambiente. A pesar de nuevas regulaciones como la Ley de Biocombustibles, la implementación sigue incompleta y la leña es parte de la cultura energética de muchas comunidades del sur.

La red de monitoreo más grande de Latinoamérica… pero con brechas

Con más de 200 estaciones, Chile posee la red de monitoreo del aire más extensa de América Latina. Sin embargo, la investigación identifica desafíos:

  • Solo 125 estaciones cumplieron con el estándar del 75% de cobertura en 2024.
  • Varias estaciones miden uno o dos contaminantes, sin incluir variables meteorológicas esenciales.
  • Algunas ciudades están subrepresentadas.
  • En zonas industriales existe una sobreconcentración de estaciones por exigencias particulares, no por diseño territorial integrado.

Leiva agrega que Chile aparece en rankings internacionales no porque tenga peor aire que otros países, sino porque mide más y mide mejor. “Argentina y Perú tienen pocas redes online. Nosotros sí sabemos qué respiramos, y eso permite actuar”, señala.

Zonas industriales y justicia ambiental

El estudio profundiza en las denominadas zonas de sacrificio, como Huasco, Quintero-Puchuncaví, Coronel y Talcahuano. Aunque el SO₂ ha disminuido, persisten episodios puntuales de emisiones que requieren mayor fiscalización. La investigadora Zoë Fleming destaca que la combinación de emisiones industriales con quema de leña en algunas ciudades del Biobío provoca episodios que aún superan la norma de PM2.5.

Basoa agrega que estos eventos no siempre siguen patrones regulares, lo que exige nuevos sistemas de catastro y control. “Hay brechas territoriales claras: el norte vive la megaminería; el sur la leña húmeda; el centro la carga del transporte y la mayor población”, afirma.

Ciencia para decisiones públicas

El estudio no busca sólo describir el problema, sino orientar políticas públicas, mejorar los planes de descontaminación y optimizar la red de monitoreo nacional. “Estamos logrando que los estudios científicos lleguen a la sociedad y a los tomadores de decisiones”, dice Leiva.

La base de datos completa del estudio es abierta y está disponible en Zenodo, lo que permitirá nuevos análisis comparativos tanto en Chile como en otros países de la región. “Esto es exportable a otros países de América Latina”, concluye Leiva. “Chile es un laboratorio natural que puede ayudar a mejorar la gestión de calidad del aire en toda la región”.