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Sostenibilidad

Estudio advierte que la conexión con la naturaleza cayó un 60% en 200 años

Un nuevo estudio advierte que la conexión con la naturaleza ha disminuido un 60% en dos siglos, aumentando el riesgo de una “extinción de la experiencia”.

Persona caminando en un parque urbano, rodeada de árboles y naturaleza.

Vicente Barraza

- TVN

Martes 19 de agosto de 2025

Un estudio liderado por Miles Richardson, profesor de la Universidad de Derby, reveló que la conexión de las personas con la naturaleza ha disminuido más de un 60% desde 1800, un fenómeno que se refleja incluso en el lenguaje. Palabras como río, musgo o floración prácticamente han desaparecido de los libros publicados en los últimos dos siglos.

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La investigación, publicada en la revista Earth, proyecta que esta desconexión seguirá aumentando si no se implementan cambios sociales y políticas públicas profundas, como el contacto temprano de los niños con la naturaleza y la renaturalización de las ciudades.

La “extinción de la experiencia”

El fenómeno ha sido denominado como una “extinción de la experiencia”, ya que cada generación crece con menos contacto con el mundo natural. Según el estudio, la urbanización y la pérdida de biodiversidad en los barrios han reducido las oportunidades de vivir experiencias al aire libre, mientras que los padres ya no transmiten el mismo vínculo con la naturaleza a sus hijos.

Richardson lo resume de manera clara: “La conexión con la naturaleza es ahora reconocida como una causa clave de la crisis ambiental. Es vital también para nuestra salud mental. Une el bienestar de las personas con el de la naturaleza”.

Políticas verdes y educación temprana

El estudio advierte que aumentar un 30% los espacios verdes urbanos no sería suficiente. Para revertir la desconexión, las ciudades tendrían que ser hasta 10 veces más verdes.

Las iniciativas de corto plazo, como campañas de caridad o actividades puntuales, son positivas para la salud mental, pero no logran frenar la pérdida generacional del vínculo con la naturaleza. En cambio, programas como los jardines infantiles en bosques y políticas de educación temprana muestran un mayor impacto a largo plazo.

Una oportunidad cultural

A pesar de la tendencia negativa, el estudio detectó un signo esperanzador: las palabras asociadas a la naturaleza en los libros han comenzado a aumentar nuevamente en los últimos 30 años, tras un mínimo histórico en 1990. Richardson considera que esto podría reflejar una nueva conciencia ecológica o un renacer cultural en torno a la naturaleza, impulsado por la literatura y un creciente interés en la espiritualidad.

El desafío, según los investigadores, es claro: recuperar la conexión perdida con la naturaleza no es sólo cuestión de ecología, sino también de salud mental, cultura y calidad de vida. Si bien los cambios deben ser radicales, incluso pequeñas transformaciones en la rutina diaria, como pasar 40 minutos al aire libre en lugar de apenas cinco; pueden marcar la diferencia.