Un preocupante caso clínico publicado encendió las alarmas –nuevamente– sobre los riesgos del consumo abusivo de bebidas energéticas, luego que un hombre de 50 años llegara al Hospital de Nottingham con síntomas neurológicos severos.
Debilidad y entumecimiento en el lado izquierdo del cuerpo, además de alteraciones del equilibrio, dificultades para caminar, tragar y hablar, eran algunos de los señales que presentaba, fue una resonancia magnética la que confirmó el diagnóstico: un ictus isquémico en el tálamo, provocado por el consumo de energéticas.
En concreto, el paciente consumía ocho latas diarias de bebidas energéticas, cada una con alrededor de 160 mg de cafeína, es decir, ingería entre 1.200 y 1.300 mg de cafeína al día, más del triple del límite recomendado por la OMS (400 mg).
Tras abandonar por completo el consumo de este bebestible, su presión arterial se normalizó y dejó de requerir medicación. No obstante, con el paso de los años, el paciente no volvió a la normalidad y continúa con pérdida parcial de sensibilidad en el lado izquierdo de su cuerpo.
"No era consciente de los peligros que me causaban las bebidas energéticas. Sigo con la mano, el pie y los dedos entumecidos", declaró.
RIESGOS Y RECOMENDACIONES
Los principales riesgos para la salud se deben a las altas cantidades de cafeína y azúcar que presentan. Un consumo excesivo de cafeína puede causar dependencia física moderada y tolerancia a la cafeína. Esto significa que el cuerpo necesita cada vez más cantidad para conseguir un efecto similar.
Una revisión de estudios publicada en la revista científica Nutrients destacó los múltiples peligros que presenta este bebestible, ya que en ciertos casos han producido fallecimientos. Estos son los más destacados:
- Sobrepeso y obesidad
- Diabetes
- Caries dental
- Enfermedades cardiovasculares
- Problemas de aprendizaje en los niños
- Alteraciones de la microbiota
- Arritmias cardiacas
- Alteraciones neurológicas
- Cambios conductuales
- Inflamación aguda de diversos órganos (hígado, estómago, páncreas, riñones)
- Dermatitis
- Trastornos autoinmunes
Recomendaciones para un consumo seguro
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) sugirió evitar estas bebidas en:
- Niños, adolescentes y embarazadas
- Personas con hipertensión o enfermedades cardiovasculares
- Individuos con trastornos del sueño
Además, advirtieron los peligros de mezclarlas con alcohol –debido a que reducen la percepción de embriague–, de usarlas para hidratarse tras el ejercicio y de consumirlas a la par con ciertos medicamentos.
