Un estudio del Imperial College de Londres, publicado en la revista The Lancet, reveló que las muertes por enfermedades crónicas como el cáncer, las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares disminuyeron en cuatro de cada cinco países entre 2010 y 2019.
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En ese periodo, el riesgo de morir antes de los 80 años por una enfermedad crónica bajó en 152 países en el caso de las mujeres y en 147 en el de los hombres.
“A principios del milenio observamos una reducción significativa de las tasas de mortalidad. Sin embargo, pese a la atención política recibida en la última década, la situación no es tan favorable como antes”, advirtió Majid Ezzati, coautor del estudio e investigador del Imperial College.
Resultados del estudio
En 2019, las mujeres de Japón y Corea del Sur, y los hombres de Singapur y Suiza, registraron el menor riesgo de fallecer por enfermedades crónicas. En contraste, las mujeres de Afganistán y Lesoto, y los hombres de Esuatini y Kiribati, presentaron los niveles más altos de mortalidad.
Entre los países industrializados, Alemania y Estados Unidos mostraron un desempeño preocupante. Alemania registró el segundo menor descenso en muertes por enfermedades crónicas, mientras que EE. UU. reportó la reducción más baja entre las naciones de altos ingresos.
En América Latina y el Caribe, los resultados fueron más alentadores. Chile y Colombia destacaron por acelerar la disminución de la mortalidad tanto en hombres como en mujeres. Chile tuvo la mayor disminución de la mortalidad entre 2010 y 2019 en hombres y la segunda mayor en mujeres. Al final del período, el riesgo de morir por una enfermedad crónica era más bajo en Chile que en Estados Unidos y en algunos otros países industrializados de altos ingresos.
Factores detrás de la reducción
La disminución de fallecimientos por enfermedades cardiovasculares fue el principal factor que impulsó esta tendencia, junto con la baja en las muertes por varios tipos de cáncer, como el de estómago, colorrectal, cuello uterino, mama, pulmón y próstata.
Sin embargo, hubo un aumento en los decesos vinculados a la demencia, a otras afecciones neuropsiquiátricas, incluido el consumo problemático de alcohol, así como en cánceres de páncreas e hígado, lo que contrarrestó parte de los avances.
Recomendaciones de los expertos
Los autores del estudio señalan que, aunque la reducción global es un logro, la ralentización de los progresos evidencia la urgencia de reforzar las políticas de salud pública.
Entre las medidas prioritarias destacan:
- Garantizar acceso a medicamentos preventivos.
- Mejorar la detección temprana de enfermedades como el cáncer.
- Ampliar los servicios de tratamiento y apoyo tanto para patologías crónicas como para episodios agudos, como infartos o accidentes cerebrovasculares.