Un equipo de científicos colombianos logró secuenciar por primera vez el ADN completo de restos humanos hallados cerca de Bogotá, revelando un linaje desconocido que existió hace unos 6.000 años. El hallazgo representa un avance clave en la comprensión de la historia genética de América.
LEE TAMBIÉN EN CONCIENCIA 24.7:
- ¿Por qué el chocolate sabe tan bien? El secreto está en los microbios que fermentan el cacao
- Detectan diversidad genética del distemper canino en Chile y abren paso a vacunas más efectivas
- Identifican microorganismos capaces de recuperar metales valiosos desde relaves mineros
El grupo fue denominado Checua, en honor al sitio arqueológico del municipio de Nemocón, donde en 1992 se excavaron los restos que hoy permiten reescribir parte de la evolución humana en la región.
Un linaje nuevo en América
“Al comparar las secuencias con individuos de otros lugares de América, encontramos que los pertenecientes al periodo precerámico del altiplano cundiboyacense muestran un linaje no reportado anteriormente”, explicó la doctora Andrea Casas, investigadora del Instituto de Genética de la Universidad Nacional de Colombia.
El hallazgo incluye restos parciales de unas treinta personas y un cráneo intacto, cuya forma es más alargada que la de otros encontrados en la región. De seis individuos se obtuvieron secuencias genómicas lo suficientemente completas como para incorporarlas a estudios internacionales.
Diferencias con otros grupos
A diferencia de los Checua, otros restos analizados en el proyecto compartían características genéticas con poblaciones halladas en Panamá, lo que indica que pertenecían a las migraciones humanas desde el estrecho de Bering hacia el sur hace unos 20.000 años.
Los investigadores creen que los Checua podrían haber sido un grupo aislado de cazadores-recolectores nómadas, que eventualmente se extinguió debido a cambios climáticos, enfermedades o escasez de alimentos. Hasta ahora, no se han identificado descendientes de este linaje.
Vida y dieta de los Checua
El análisis del cráneo revela evidencias de abscesos dentales, lo que indica infecciones que pudieron provocar la pérdida de piezas dentales. A diferencia de cráneos posteriores que muestran caries, este ejemplar refleja condiciones de salud bucal distintas.
El doctor José Vicente Rodríguez, profesor de antropología física de la Universidad Nacional, señaló que la dieta de estas comunidades tempranas estuvo probablemente influenciada por erupciones volcánicas, que habrían dañado cultivos superficiales y los llevaron a consumir tubérculos como papas y raíces.
Un proyecto en curso
La investigación continúa y podría ofrecer nuevas sorpresas. “Trabajamos con los restos disponibles. Quizás en unos años aparezcan más hallazgos que arrojen luz sobre este linaje”, concluyó la doctora Casas.
Este descubrimiento abre una ventana única para entender los orígenes y la diversidad de las primeras poblaciones en América del Sur.