¿Te has preguntado por qué tu perro devora cualquier cosa mientras tu gato frunce el ceño? La respuesta podría estar escrita en su genética, según revelan científicos en nuevas investigaciones. Y es que, aunque ambos sean adorables compañeros, su sentido del gusto es muy diferente.
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Los gatos no sienten el dulce, pero sí el umami
Si dejas caer un simple pedazo de zanahoria, seguro tu perro la engulle en segundos. Pero tu gato… probablemente ni se inmute. Esto ocurre porque los gatos no pueden percibir el sabor dulce. ¿La razón? Un gen roto. Científicos descubrieron que los felinos tienen una versión defectuosa del gen Tas1r2, esencial para detectar lo dulce. Sin él, no pueden disfrutar de un pastelito ni aunque quieran.
Pero no todo está perdido: los gatos sí pueden saborear el umami, ese gusto sabroso y carnoso típico del atún o la carne. Y de hecho, un estudio demostró que prefieren el agua con sabor a umami antes que agua normal. ¡Por eso aman tanto el pescado!
Los perros disfrutan el dulce y mucho más
Por su parte, los perros tienen genes activos para sentir el dulce, el umami y el amargo. Esto tiene sentido, considerando que los perros son más oportunistas al alimentarse: pueden comer carne, verduras o cereales. ¡Son verdaderos todoterreno!
En cambio, los gatos son carnívoros estrictos, lo que significa que su alimentación depende 100% de proteínas animales. Su sentido del gusto está enfocado en detectar nutrientes esenciales de la carne, no en experimentar sabores dulces.
El gusto refleja su evolución
El sentido del gusto ayuda a los animales a evaluar si un alimento es nutritivo o peligroso. El dulce indica energía; el umami, proteínas; y el amargo, posibles toxinas. A lo largo de su evolución, los genes del gusto mutaron según lo que comían: los gatos perdieron la capacidad de sentir lo dulce porque no lo necesitaban, mientras que los perros la conservaron.
“Existe una correlación entre lo que comes y lo que se refleja en tu genoma”, explica Peihua Jiang a National Geographic, investigadora del Monell Chemical Senses Center.
¿Por qué importa entender cómo perciben el sabor?
Conocer cómo perciben el mundo sensorial perros y gatos no solo es curioso, sino útil para crear mejores alimentos, medicamentos más apetecibles y tratamientos efectivos. Por ejemplo, si tu gato está enfermo y no quiere comer, podrías añadir ingredientes ricos en umami para estimular su apetito.
“Cada especie vive en su propio mundo sensorial”, concluye Jiang. Y aunque queda mucho por descubrir, esta investigación nos acerca a entender un poco más a nuestros fieles amigos.
Lee la investigación acá: https://academic.oup.com/chemse/article/doi/10.1093/chemse/bjad026/7238703