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Ciencia

“No soy yo, es el calor”: estudio confirma que las altas temperaturas generan mal humor en las personas

Un estudio revela que el calor intenso aumenta irritabilidad y ansiedad. Expertos explican cómo las altas temperaturas impactan nuestro estado de ánimo.

Calor extremo en Chile.

Vicente Barraza

- TVN

Viernes 5 de diciembre de 2025

Con más de 30 grados en el termómetro, no sólo sube la temperatura: también lo hace la irritabilidad. Un reciente estudio publicado en One Earth reveló que el calor extremo impacta directamente en el estado de ánimo, aumentando emociones como mal humor, apatía, cansancio e incluso ansiedad.

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“El calor no sólo amenaza la salud física o la productividad económica, sino que afecta el bienestar emocional de las personas en todo el mundo”, explicó el investigador Siqi Zheng, uno de los autores del trabajo.

El neurólogo Pedro Chaná, académico de la Universidad de Santiago, confirma este fenómeno: “Existe evidencia de buena calidad sobre cómo el calor ambiental tiene efectos significativos en la salud mental y el ánimo. En el último tiempo, el aumento de la temperatura se ha asociado con mayores síntomas de ansiedad, irritabilidad y un deterioro del bienestar emocional”.

Sin embargo, advierte que algunas poblaciones son más vulnerables, especialmente personas con trastornos de salud mental previos, adultos mayores y quienes viven en condiciones que dificultan la adaptación al calor.

Más bocinazos, más tensión: cómo el calor cambia nuestra conducta

La relación entre altas temperaturas y mal genio no es nueva. Ya en los años 80, un estudio mostró que los conductores tocaban más la bocina cuando hacía calor, especialmente aquellos sin aire acondicionado. Chaná explica que entre 26 y 30 grados aparece una “incomodidad térmica” que provoca irritación de mucosas, dolor de cabeza y dificultad para pensar con claridad.

En el trabajo también se exacerban tensiones: desde las discusiones por la temperatura del aire acondicionado, hasta la caída en el rendimiento laboral. “El calor aumenta la fatiga, el malestar y favorece conductas disruptivas en ambientes laborales, especialmente sobre los 30 o 32 grados”, señala el neurólogo.

Estrés térmico: qué pasa dentro del cuerpo

El especialista advierte que el calor actúa como un potente factor fisiológico de estrés. Temperaturas sobre 40 grados elevan el cortisol, activan el eje hipotálamo–hipófisis, el sistema nervioso simpático y otros mecanismos asociados a la respuesta al estrés. En conjunto, este fenómeno se conoce como estrés térmico.

“Podemos decir que el calor es un factor de estrés que debe ser manejado en todo ambiente”, enfatiza Chaná.