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Sostenibilidad

¿Cómo sería un mundo sin abejas?

Son decenas de miles de años que las abejas y los humanos han convivido en el planeta. Sin embargo, en las últimas décadas se levantan las alarmas por la radical baja en su población, lo que podría poner en peligro no solo el ecosistema, sino que también la seguridad alimentaria.

Daniela Marshall

Jueves 18 de enero de 2024

Hay quienes le atribuyen a Albert Einstein la frase ““Si las abejas desaparecieran de la faz de la Tierra, al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida”. Si bien no hay evidencia de que la frase efectivamente fuera acuñada por el científico o que el cálculo es realista, lo que sí podemos asegurar es que las abejas son fundamentales para la calidad de vida en el planeta y el equilibrio del ecosistema.

Las abejas y los humanos tienen una historia de larga data. Los datos científicos indican que las personas habrían criado y mantenido colonias de abejas desde el año 20.000 AC, y desde aquel entonces es que han colaborado en la polinización y reproducción de diferentes tipos de cultivos y flora, como las almendras, paltas, guindas, pepinos, melones, kiwis y frambuesas, entre otros.

De acuerdo con un estudio realizado por el Centro para la Información Biotecnológica del Instituto de Salud de EE.UU, las abejas son responsables de un tercio del consumo alimentario humano total. Además, la polinización de las abejas mejora la calidad y cantidad de frutas, nueces y aceites, contribuyendo también a la calidad de los alimentos.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) afirma que existen 100 especies de cultivos que proporcionan el 90% de los alimentos en todo el mundo y 71 de ellas son polinizadas por las abejas. Estos datos revelan que la desaparición de las abejas, o incluso una caída importante de su población, haría que los alimentos que provienen de esas especies escasearan, además de que la variedad de alimentos disponibles disminuiría y el costo de ciertos productos aumentaría, causando una crisis alimentaria a gran escala.

Entonces, ¿cómo sería un mundo sin abejas? Probablemente los humanos, al contrario de lo que declara la supuesta frase dicha por Einstein, sobrevivirían al desastre, pero sufrirían enormemente con los efectos que eso conlleva. La polinización es vital para la salud del sistema alimentario mundial y si desaparecieran las abejas, las repercusiones se sentirían en ecosistemas enteros, ya que muchas plantas que dependen de ellas para la polinización morirían, afectando gravemente a las cadenas alimentarias naturales. La pérdida de las abejas cambiaría radicalmente todo el sistema alimentario, reduciría la calidad de nuestros alimentos y, por supuesto, haría de nuestra alimentación más aburrida y menos diversa.